Claudio Cañete
La primera exhibición cinematográfica en Paraná se realizó el 15 de octubre de 1896, en el antiguo edificio del Teatro 3 de Febrero. En esa oportunidad se presentó el Biógrafo Edison (aparato proyector), ante una escasa concurrencia. Las crónicas periodísticas de aquel día certifican que la proyección careció de poder luminoso, lo que restó el valor que tenía esta demostración de “fotografías en movimiento”, reproduciendo escenas reales, un dato que también señala Aníbal Sebastián Vásquez en su libro Dos siglos de vida entrerriana. “Pero en la última representación que ofreció la empresa con más concurrencia esta vez y mejor luz que se tradujo en una mayor claridad, los espectadores pudieron apreciar, asombrados, ese espectáculo que tenía mucho de magia”, comentan los artículos publicados por el diario El Entre Ríos, del 16 y el 18 de octubre de 1896.
Eran tiempos en que las primeras e incipientes redes de telégrafos y teléfonos ya funcionaban en la ciudad y a la vez la interconectaban con algunos puntos de la provincia como Diamante, Nogoyá, La Paz y San José de Feliciano. La modernidad estaba a la vuelta de la esquina. Eran los mismos días en que después de 1895 se dio a conocer el invento de los hermanos Lumière, y que al año siguiente, ellos mismos y otros empresarios salieran por el mundo a proyectar 200 cortos mudos llamados Vistas. Vale consignar el dato de que las primeras filmadoras y aparatos proyectores (biógrafos) eran de marca Lumière, Gaumont y Pathé.
A las primeras exhibiciones cinematográficas le siguen las del 20 y 21 de abril de 1901, una serie de Vistas del Biógrafo Lumière, que comprendió escenas de La exposición de París, Una gran corrida de toros, Los viajes al Japón, El gran circo de Waldner, cuenta el diario El Entre Ríos en su edición del 27 de abril de 1901. Ya para entonces y en previsión de sucesivas proyecciones, se habían realizado en el Teatro 3 de Febrero las instalaciones de luz eléctrica más indispensables. Después de varias funciones, incluso una dedicada al mundo infantil, la empresa del Biógrafo Lumière ofreció como despedida y en homenaje al 1º de Mayo, gloriosa efeméride del Pronunciamiento, un atrayente programa integrado por seis aplaudidas series de Vistas.
La exhibición estuvo inspirada en un elevado fin, cual era la de recaudar fondos para levantar el monumento al general Justo José de Urquiza en la barranca que remataba la Avenida Alameda de la Federación. Para esa función “un público numeroso y selecto” colmó las instalaciones del Teatro 3 de Febrero, brindando su cálido apoyo a la comisión organizadora presidida por la señorita María Teresa Pérez Colman y a la empresa que dirigían los señores Balart y Massonier por su magnífica función.
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