Hugo Remedi
El lanzamiento de la (pre) candidatura a gobernador de José Allende efectuada al principio de esta semana, llevó tranquilidad a las aguas del oficialismo: a partir de aquella decisión, las internas del partido en el gobierno van camino a ser legitimadas. Nadie podrá decir ahora que la candidatura a la reelección de actual gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, depende de un dedo sea el de Jorge Busti como sucedió en la elección del año 2007 o solo de la expresa voluntad de los Kirchner de cara al futuro inmediato.
La determinación del actual diputado provincial (PJ-Nogoyá) y también secretario general de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) dejó ver detrás de su anticipado anuncio la formal posibilidad de que los comicios que vienen se lleven a cabo en una fecha no tan lejana, ejemplo marzo de 2011, tal como se viene especulando por estos días.
Quizás el secreto del gobierno provincial en ese sentido perdió sustancia y sea hora entonces de pensar en plazos más cercanos al “tan lejano” 2011 del que venían hablando nuestros políticos hasta hace minutos.
El desprevenido está muerto
Si bien las candidaturas, por ahora, se suponen unas cuantas, siempre en el marco de las especulaciones, varias de ellas tienen más color a expresión de deseos que a verdadera ambición electoral. Podrá haber quizás –sumando los datos de historia reciente - una decena de ellas, pero en realidad con crédito electoral sólo tres o cuatro. No se visualizan sorpresas y en conclusión el resto de la oferta no pasará de ser parte de la habitual presencia testimonial.
Hay que ir por todo
En la elección del 2011 se renueva prácticamente todo: Presidente de la Nación y vice, legisladores nacionales, gobernador de Entre Ríos, diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales. Así que hay mucho por jugar y otro tanto por repartir.
El peronismo, en su carácter de oficialismo, transita una sucia interna y sea por la vertiente que fuese, tiene hoy no menos de cinco precandidatos a gobernador de la provincia.
Dentro de lo que podría llamarse el oficialismo partidario, de hecho el principal candidato es el actual gobernador de la provincia, que va por su reelección, tras el triunfo electoral obtenido en los comicios del 18 de marzo de 2007 cuando le ganó por casi 170.000 votos de diferencia a los candidatos de la UCR, Gustavo Cusinato y Alba López. Habrá que decir también que en aquella oportunidad los justicialistas disidentes Julio Solanas y Enrique Cresto, en su carácter de candidato a gobernador y vice por la Lista 100, obtuvieron unos 11.000 votos menos que los radicales. El PJ, entonces, consiguió una cosecha de 47,06 por ciento de los sufragios, los correligionarios el 19,97 y los compañeros rebeldes de entonces el 18,59 por ciento.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)