Jorge Riani
En las horas libres o a la salida caminaba las cinco cuadras y media que separa la escuela con la clínica privada. En el último tiempo acostumbraba a tomar el colectivo de la Línea 20 y hacer todo el recorrido, una y otra vez, que une la Escuela Hogar con el barrio Mercantil para desatar un llanto a la mitad del trayecto.
Así, la niña que tiene 15 intentaba estar cerca de su padre biológico, el ex senador Félix Abelardo Pacayut. La niña tiene 15 años y no será mencionada en esta nota a pesar de su interés y de la autorización que la madre le otorga para eso. El cronista le explica que el derecho a la privacidad del menor se convierte en obligación para el medio y en cláusula de conciencia en ANÁLISIS.
Es que ella quiere gritar a cuatro vientos que es hija de su padre, que lo ama, que lo extraña y que siente orgullo por ese hombre que, ya grande en edad, le daba trato de padre en los retacitos de tiempo que su actividad política, que su vida en la familia constituida y que sus problemas con la Justicia le permitían.
Su madre, Lucrecia Carmen Pérez, toma la voz ante ANÁLISIS y cuenta una historia de encuentros, desencuentros y una lucha por el derecho a la identidad pero también algo más. Pacayut fue un hombre de cierta fortuna amasada al amparo de su paso por la función pública en tres mandatos de senador departamental por el Partido Justicialista.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 27 de noviembre de 2014)