Paula Osti
ANÁLISIS fue testigo de ese encuentro informal, donde se contaron interesantes anécdotas del paso de Borges por Gualeguay, en 1982, entre otras cuestiones. Cita disparadora para esta revista hacia una comunicación posterior con Fitzgerald que profundiza justamente en el trabajo de investigación, subsidiado por el Fondo Nacional de las Artes, denominado En busca del habla de Borges y desarrollado en el marco del Centro de Letras Hispanoamericanas (UNMdP) por el grupo Escritura e Invención, a cargo de Mariela Blanco e integrado, además de Fitzgerald y Blanco, por Rocío Colman Serra, Sol Martincic, Ornela Lizalde, Dámaris Gamboa, Luciana Corasaniti y Mora del Valle.
Daniel Fitzgerald, de 32 años, es nacido en Dublín -Irlanda-, y hace nueve años vive en la ciudad feliz. Cuando llegó a la Argentina tenía una idea vaga de que aquí había fútbol, carne y tango y se encontró con que hay un sinfín de músicos, escritores, amigos y un lugar que le dio trabajo.
A Borges ya lo conocía pero confiesa que en los últimos años leyó mucho más de su obra, sobre todo su poesía. “En el curso de la investigación se hizo menos mito y casi un tipo común, por lo menos con un ritmo de trabajo impresionante. Me llamó la atención su actividad en la vida cultural y política, donde lo veo menos inocente -pero no por ello menos interesante- que en algunas de sus propias versiones de los hechos. Aprendí a verlo más en contexto y así se le han agregado más capas de complejidad a un escritor, por lo demás, eminentemente sencillo”, destacó.