“Me gusta una frase que acuñó el general Manuel Belgrano: El comercio es el alma de los pueblos”

Edición: 
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Diálogo con Román Tofalo, presidente del Centro de Defensa Comercial de Concepción del Uruguay

Román Héctor Eugenio Tofalo nació el 17 de junio de 1959 en la entonces Capital Federal, hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es presidente del Centro Comercial, Industrial y de la Producción de Concepción del Uruguay; además de ser dirigente de entidades Pymes, consejero de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) como así también de la Cámara Argentina de Comercio. Representante del sector mercantil de Concepción del Uruguay, habla de las virtudes y carencias que atraviesan estos tiempos para asumir el desarrollo.

 

Por Nahuel Maciel

 

Román Tofalo es un representante de la actividad mercantil de Concepción del Uruguay y un emprendedor y desarrollador con alma industrial.

 

Actualmente es el presidente del Centro de Defensa Comercial, Industrial y de la Producción de esa localidad y dialogó con ANÁLISIS para compartir sus perspectivas vinculadas con el desarrollo integral de una sociedad.

 

Pertenece a una familia muy antigua de Concepción del Uruguay. “La radicación de mi familia data de aproximadamente 1850, cuando mis abuelos se vinieron desde Italia; mucho antes de la guerra. Emigraron como consecuencia de una gran sequía que duró varios años en Italia y la gran hambruna que padecieron a mediados del siglo XIX. Ambas calamidades significaron que muchos italianos se vieran forzados a buscar otros destinos. Mi abuelo, que se llamaba Vittorio Michael, llegó de muy chico, traído por un tío de él. Ese tío le enseñó el oficio de sastre y en 9 de Julio y España –la misma esquina donde está mi local- abrió su sastrería. En aquellos tiempos el local era mucho más pequeño y a ese emprendimiento lo continuó mi padre y con sus adecuaciones le di también continuidad. Mi padre fue uno de los hijos más chicos de mi abuelo. Se llamaba Victorio Miguel, igual que él, pero en idioma español. Y yo soy su hijo mejor. Señalo esta cuestión de edades porque hay muchas diferencias generacionales entre unos y otros: desde 1850 y pico hasta la fecha, fuimos solamente tres generaciones”, describe a manera de presentación.

 

La sastrería de su abuelo comenzó como Casa Tofalo y a principios del siglo XX, por 1910-1912, se conforma una sociedad y pasó a denominarse “Tofalo y Compañía SRL”. “Esa experiencia duró pocos años y en 1913 luego tomó el nombre de El Sportman. Esa firma la llevó mi abuelo solo, luego la continuó mi padre, quien en los años ´50 hizo una nueva sociedad con tres o cuatro socios; y en los años ´90 les compré la parte a todos esos socios y a mis hermanos, en una operación que demandó varios años y quedé al frente de la firma. También tengo un espíritu industrial. Incursioné en el rubro de la industria textil en Buenos Aires, aunque lamentablemente en 2016 como consecuencia de la invasión de las importaciones, se tuvo que desmantelar y cerrar las persianas. Y en la actualidad tengo una participación local en la fábrica Ader que es de bloques y adoquines y está a la vera de la Autovía Gervasio Artigas (Ruta Nacional N° 14), en proximidad al kilómetro 134”, reseña para dar cuenta cómo el comercio en él es también un legado familiar.

 

-El comercio es una de las actividades más antiguas de la humanidad. De hecho, por las ansias y necesidad de comerciar, la humanidad ensanchó su propio mundo y se aventuró a superar sus propias fronteras.

-Exactamente, fue por sus necesidades y por sus ansias. De hecho, el comercio siempre fue una de las actividades que ha colaborado en el desarrollo de pueblos y ciudades.

 

-Curiosamente, en las sociedades el comerciante no siempre goza “de buena prensa” o consideración.

-Y pensar que el comercio también es caminos, puentes, transporte, comunicación. La navegación, por señalar una de sus modalidades, cobro auge y desarrollo, entre otras causas, para satisfacer un servicio a la actividad mercantil. Me gusta una frase que acuñó el general Manuel Belgrano: “El comercio es el alma de los pueblos”. Y realmente estamos convencidos que así es y lo entendemos y lo defendemos con toda la dignidad que posee el buen comercio; y todo lo que trae aparejado. Pero, más allá de estas virtudes, no se suele tener la mejor “prensa”. Cuando una persona quiere descalificar a otra, le suele reprochar de manera negativa utilizando la expresión “sos un comerciante”. Nosotros decimos que decirle a alguien que es un comerciante, es un elogio. Realmente quienes ejercemos el comercio y mucho más aquellos que lo han hecho durante toda una vida, sentimos orgullo por la actividad.

 

-Concepción del Uruguay tiene una particularidad que la diferencia de ciudades hermanas o de similares magnitudes como Paraná, Concordia o Gualeguaychú, para nombrar algunas sin desmedro de ninguna: no tiene comercio de grandes superficies o los llamados hipermercados o cadenas de supermercados foráneas o extractivista del circulatorio monetario local. ¿Esto es una carencia o una virtud?

-Nosotros consideramos que es una virtud. En la década de los ´80 cuando comenzaron a desembarcar esta clase de hipermercados en nuestro país y en gran parte de nuestra provincia, tuvimos esa visión. Y un poco acompañados por la CAME, entidad que hizo un estudio sobre la realidad que se vivía y de los distintos tipos de comercialización existentes, en lo que se da en llamar el sistema americano o el sistema europeo.

 

(La nota completa en la edición gráfica número 1132 de la revista ANALISIS del jueves 14 de julio de 2022)

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