El fiscal coordinador de Victoria y Nogoyá, Gamal Taleb, informó a ANÁLISIS que el Superior Tribunal de Justicia tiene para definir el último recurso de los defensores Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, en el marco de la condena a la monja Luisa Toledo. En caso de conseguir un nuevo revén en la provincia, la ex priora del Convento Carmelitas Descalzas de Nogoyá, tendrá que comenzar a cumplir la condena.

Toledo fue sentenciada a 3 años de prisión efectiva en julio de 2019 por un tribunal integrado por los jueces  Darío Crespo, Javier Cadenas y Alejandra Gómez, quienes la encontraron respopnsable del delito de privación ilegítima de la libertad.

Después del debate público que se realizó en Gualeguay, los defensores de quien durante diez años fue jefa del el Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá, comenzaron el derrotero de quejas y apelaciones.   

“El último recurso que tienen que es el recurso extraordinario federal. Los defensores habían interpuesto una impugnación extraordinaria en la provincia. Esa impugnación provincial no fue concedida por Casación e interpusieron un recurso de queja que tampoco consiguieron. Posteriormente, contra esa esa última resolución interpusieron un recurso extraordinario federal, que solo procede cuando hay una impugnación extraordinaria. Por lo tanto, probablemente no lo van a conceder”, repasó el fiscal.

“Ahora deberá resolver el Superior si concede o no el recurso ante la Corte Suprema. Si dicen que no conceden, se acabaron los recursos en la provincia y solo queda un recurso de queja directa ante la Corte Suprema. Llegado a ese punto, ya no se puede seguir suspendiendo la ejecución de la sentencia. Debería empezar a cumplirse la pena”, señaló. De modo que esta sería la última instancia y podría llevar algunos meses hasta conocer la decisión del máximo tribunal de la provincia.

El sistema de defensa después de las sentencias plantea dos tipos de recursos, “el de Casación que es ordinario”. “Tiende a hacer efectiva la garantía del doble conforme, es decir la obligación de los tribunales de examinar la sentencia. Una vez que eso se supera, se ingresa a las vías extraordinarias. Es decir aquellas que examinan si hay vicios groseros que impiden calificar a una sentencia como acto jurisdiccional. En esta vía el control ya es distinto, es excepcional”, manifestó.

Actualmente, Luisa Toledo “está en Buenos Aires, en un convento”. A lo largo de las discusiones posteriores al debate, los defensores plantearon que su estado de salud no le permitiría cumplir la condena en la Unidad Penal N° 6 Concepción Arenal de Paraná. “Entre todas las cosas que contesto a los defensores ante el STJ, sostengo que este punto es una cuestión de la ejecución de pena”.

Por último, el fiscal coordinador valoró que este “ha sido un proceso donde se respetaron todas las garantías”. “Los defensores hicieron múltiples peticiones, y siempre se convalidó la actuación del fiscal Federico Uriburu. Fue una investigación que en el inicio no fue fácil, pero se pudo establecer que las juzgadas no eran prácticas de la Iglesia Católica, sino que constituyeron una persecución. Los defensores dicen que juzgamos cuestiones eclesiásticas. Nosotros sostenemos que juzgamos la conducta de una persona que infringió las normas”, remató.