La jueza Cecilia Bértora insistió en la necesidad de profesionalizar más al Servicio Penitenciario, destacó la labor de los equipos técnicos y admitió que se requiere de mayor estructura e infraestructura.
La jueza de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Paraná, Cecilia Bértora, fue entrevistada en el programa de televisión Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral), donde se refirió a la situación de las unidades penales de la provincia y reclamó por la necesidad de profesionalizar aún más a los funcionarios del Servicio Penitenciario.
Varias Unidades Penales de la provincia fueron allanadas, lo mismo que varios domicilios de familiares de internos como consecuencia de una denuncia realizada por la propia magistrada en hechos vinculados con el narcotráfico. Al respecto, Bértora admitió que “estos hechos son contenidos en la denuncia que tuvo lugar en marzo del año pasado. Es decir, lo que se denunció en esa oportunidad fue la venta de estupefacientes adentro de la Unidad Penal”.
En ese contexto, puso de relieve que la denuncia fue en marzo del año pasado, es decir, hace aproximadamente un año y medio. “Evidentemente, esto que se está investigando ahora y que salió a la luz recientemente con estos allanamientos es obra de la investigación policial y que han hecho los fiscales (Santiago) Alfieri y (Martín) Wasinger; a partir de ese primer momento en que se tomó conocimiento de lo que estaba ocurriendo dentro de la Unidad Penal”, contextualizó la magistrada.
Al respecto, fue consultada si a su entender cambió en algo la situación del año pasado a la actualidad: “En la Unidad Penal (por la de Paraná) cambió el director. Pero no solamente en esta Unidad Penal, sino que periódicamente cambian los directores, reubican a los agentes del Servicio Penitenciario y en una de estas situaciones que se dieron, se aprovechó para generar una situación de renovación del personal; donde a partir de esta denuncia; al poquito tiempo después se dio el cambio del director de la Unidad Penal”.
“Obviamente y siempre cuando hay un cambio de director –continúo la jueza de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad- hay una mirada distinta sobre la organización, hay nuevas pautas. Y eso ha mejorado bastante”.
Y sinceró: “Lo que pasa es muy difícil trabajar en una Unidad Penal con un edificio tan antiguo, tan vetusto. Está en muy mal estado por más que se hacen grandes esfuerzos por ponerlo en condiciones. Pero, muchas de las paredes son de ladrillos y están a la vista. Entonces, eso permite que en las paredes puedan esconder o guardar cosas”, describió.
Y profundizó: “Paredes que tienen rajaduras importantes y en esos resquicios se puede guardar drogas. Es decir, si bien se hacen esfuerzos muy importantes para modificar eso, hasta ahora no han sido suficientes, obviamente”, advirtió.
La jueza también aclaró que no se refería solamente a lo edificio, “sino que creo que también hay que profesionalizar bastante más al Servicio Penitenciario y generar otros cambios que tiene que ver con Protocolos de Actuación dentro del Servicio que tiene que ver con la capacitación”.
Y propuso que lo que debería hacerse es “tomar experiencias de otras provincias y ver qué cambios se pueden hacer”. Y definió: “Tenemos mucho que cambiar y por mejorar”.
En sus nueve años como jueza de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, han pasado diferentes directores del Servicio Penitenciario, diferentes directores carcelarios específicamente. Al respecto fue consultada si ha cambiado en algo la estructura del Servicio Penitenciario, porque por más esfuerzos que se realiza al respecto, es evidente que los resabios que le dan espacio para el narcotráfico siguen fortalecidos dentro de las Unidades Penales. La jueza Cecilia Bértora reconoció que “evidentemente eso queda y está presente. Y es de lo que estamos hablando en esta instancia y es lo que se está exponiendo a través de esta investigación”.
En ese contexto aclaró que, sí cree que “hay una voluntad política, a partir de estos últimos años, de cambiar eso. Puede ser tibia, puede ser insuficiente, puede que sea un poco espasmódica y no tenga un trabajo claro, fuerte y preciso en relación a esto. Sino, que, a partir de determinados hechos, se toman ciertas medidas. Pero, creo que ha cambiado bastante esta situación donde por lo menos podemos contar con eso: de que el sector político toma referencia de esto y toma ciertas acciones para que no se siga reproduciendo; cosa que no pasaba antes”, admitió.
Así, recordó que “hubo períodos donde no había voluntad política de hacer ningún cambio. Ninguno. Entonces, en ese punto valoro mucho lo que se está haciendo en estos momentos, aunque sea insuficiente”, reconoció.
El otro aporte que realizó en el programa de televisión Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral), es que esta realidad de cambio está sucediendo en otras Unidades Penales de la provincia. En ese marco, contó que “se están generando nuevos pabellones, se están agrandando las cárceles, se está tratando de cerrar la Unidad Penal número 2 (de Gualeguaychú), que es una Unidad con un edificio muy, pero muy antiguo”.
“De lo edilicio ha habido muchos cambios; hay un Presupuesto que tiene un cierto compromiso con el tema de las cárceles, porque es evidente. Y lo que veo es que en los demás se han tomado algunas medidas, me refiero a la capacitación, al cambio de sistema; pero no se lo hace de manera integral ni profundo”, advirtió. Y graficó: “Es como que es algo muy liviano y espasmódico”.
Sugirió que “es necesario tomar mayores medidas o una investigación dentro del ámbito administrativo, respecto de algunas cuestiones donde aparece la droga y se menciona a un funcionario (penitenciario)”. Y continuó: “Creo que eso amerita no solo sumarios administrativos sino investigaciones judiciales profundas y serias”. Así sostuvo que cree que esas acciones se hacen, pero muy superficialmente o sin la entidad que deberían tener: “La seriedad, el compromiso funcional en lo administrativo para llevar eso adelante con consecuencias”.
La Unidad Penal de Mujeres
Respecto de la Unidad Penal de Mujeres, la jueza Bértora reconoció que ha notado cambios. Pero, a esto lo expuse en una reunión que tuve con la Sala Penal (del Superior Tribunal de Justicia) hace poco tiempo, creo que es el punto más débil del Servicio Penitenciario”.
“Es donde se necesita la mayor cantidad de funcionarias preparadas. Mejor dicho, hay que capacitar mucho a las personas que están trabajando con las internas. Creo que el sector masculino está mucho más capacitado, más profesionalizado que el de las mujeres”, comparó de manera valorativa.
Y explicó que estas diferencias ocurren “porque el sistema de selección que se aplicó durante muchos años eran amiguismos y así se entraba al Servicio Penitenciario. Y no se le ha dedicado capacitación” a esas personas para que se profesionalicen.
“Entonces, esto funciona como en una casa donde algunos mandan y otros más o menos obedecen. Pero, la verdad es que no hay una estructura que se diferencie bien lo que es un funcionario y lo que es un interno”, señaló.
También indicó que hay cien mujeres como internas en la Unidad Penal, además de que la Unidad Penal N° 9 Granja El Potrero de Gualeguaychú tiene un sector femenino. Y adelantó que se iba a generar o se generó un sector trans.
Las causas, la distribución por Juzgados y la infraestructura
En el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Ejecución de Paraná hay un cúmulo de causas que todos los años se va incrementando, aunque deban ser atendidas con la misma estructura. Al respecto, la magistrada señaló que “el cambio grande de ingreso de internos se dio con la reforma del Código de Procedimiento, donde con la oralidad y toda esta implementación del nuevo sistema hubo una afluencia importante de internos y así fue incrementándose. Y, bueno, se creó un nuevo Juzgado hace un año y la distribución que hicieron los legisladores de la parte territorial de lo que nos corresponde a cada uno de los Juzgados, estuvo –perdón- pero muy mal definida. El doctor (Carlos Alfredo) Rossi que tiene a cargo el Juzgado de Gualeguaychú tiene 300 causas y yo supero las 1.100 causas. Y el doctor (Juan Ignacio) Lazzaneo de Concordia con el Juzgado número 3 tiene más o menos lo mismo que tengo yo”, comparó.
“Entonces, el ingreso de causas y la demora en las respuestas a este pedido de un nuevo Juzgado hace que en la realidad no haya habido ningún cambio en cuanto a la cantidad de causas que tenemos o de internos que tenemos a cargo”, destacó.
“Sí se han agilizado un poco más a partir del año pasado, que hemos tenido la implementación de la nueva ley, que es esta que genera la redistribución de causas a la que hacía alusión; pero, bueno, lo que tiene de positivo es que la oralidad de las audiencias tiene un rendimiento interesante. Porque por lo menos la persona, el interno, se lleva una respuesta directa de lo que está sucediendo; el fiscal tiene que mencionarle todas las cosas que considera que están bien o que están mal; el defensor previamente hizo la presentación el caso y yo como jueza le doy la resolución frente a frente. Y le explico por qué le doy esa resolución. Entonces, eso hace que se agilice mucho”, resaltó; pero inmediatamente aclaró: “Se agiliza bastante, pero siendo yo la que está los 7 días de la semana, los 30 días del mes, no puedo tener más que cuatro audiencias por día”.
Así, remarcó que su estructura posee apenas 15 personas incluyéndola y contemplando los roles de secretario, los empleados, un solo chofer que debe trasladar a los distintos profesionales del equipo técnico para hacer las evaluaciones; una ordenanza; un único vehículo. Así, planteo que tienen también la necesidad de contar con una sala de audiencia, porque se da el caso que el defensor –para señalar una situación a modo de ejemplo- no tiene un espacio donde esperar y el fiscal tampoco. “En el momento de la audiencia estamos todos dentro del despacho que tengo asignado. Pero, en los momentos previos y posteriores no hay lugar donde el defensor pueda comunicarse adecuadamente con el interno”, graficó para dar cuenta de las carencias con las que debe lidiar para brindar un servicio de Justicia.
Indicó que esto se está viendo porque ha sido solicitado y como respuesta han tenido que se está evaluando si el edificio puede ser modificado o ampliado para poderlo adaptar a esas necesidades.
Destacó que “el trabajo que realizan los equipos técnicos es muy bueno. Creo que la base de la respuesta está ahí; porque es fundamental lo que nos informan los equipos técnicos y la verdad es que esos equipos nos brindan la información suficiente, necesaria y muy certera. Entonces, tienen mucha experiencia los que están trabajando allí y muchos se iniciaron con el Juzgado de Ejecución, por lo menos con los que estoy trabajando llevan 22 años y están desde el primer día en que se puso a funcionar el Juzgado. Son dos integrantes de ese equipo originario”, destacó.
Así, insistió que el equipo técnico tiene mucha experiencia y las evaluaciones que hacen de las conductas son muy certeras “y creo que la base de que todo funcione adecuadamente es respetar lo que dicen estos equipos técnicos, tomarlo en consideración y en base a eso resolver; y es lo que está dando un resultado muy satisfactorio”.