El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, se volvió a meter este jueves en el conflicto de Aerolíneas Argentinas e insistió en que el paro anunciado para el fin de semana "le complica la vida a mucha gente".

"Lo mío fue un comentario honesto. Sé que la Argentina está en una situación compleja para todos los que trabajan. No hay paritarias en ningún lado y los incumplimientos son constantes. Este gobierno favorece al sector empresario porque cree que el trabajo es un costo. Entiendo totalmente el planteo de los trabajadores", aseguró Fernández en diálogo con radio Con Vos, que reprodujo Clarín.

Sin embargo, el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo les pidió entender a los gremialistas que anunciaron la medida que un paro en Aerolíneas "le complica la vida a mucha gente y que un gobierno que está en retirada no va a cambiar su política".

El miércoles, en declaraciones radiales, el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, ratificó la medida de fuerza anunciada por 48 horas para próximo el fin de semana a pesar de declaraciones previas del compañero de fórmula de Cristina Kirchner, quien había pedido que la levantaran.

El sindicato que conduce Biró reclama que "a 11 meses del vencimiento de las paritarias" siguen "sin acuerdo por el periodo octubre-2018/septiembre-2019 y la empresa insiste en no presentar ninguna propuesta de recomposición".

Por su parte, la conducción de Aerolíneas Argentinas había adelantado que de no llegar a un acuerdo para desactivar el paro pediría la conciliación obligatoria, algo que los gremialistas aseguran "no es aplicable".

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Sobre las low cost, sostuvo: "El mundo de los cielos abiertos no le ha hecho muy bien a Aerolíneas. Las low cost van a destinos rentables y por eso Aerolíneas se ha tenido que hacer cargo de los destinos que no son rentables. Yo no veo a las low cost yendo a Catamarca, Formosa, Chaco... yo revisaría eso. Pero la causa del problema de Aerolíneas no son esencialmente las low cost. Aerolíneas funcionaba en nuestra época y no teníamos déficit fiscal".

Respecto a la negociación de la deuda, señaló: "He hablado con muchos acreedores que tienen bonos. Percibo mucho enojo con el gobierno, porque sienten que los estafó pero también percibo predisposición a negociar, porque quieren cobrar. Lo que no quieren es una quita. El escenario del Fondo Monetario es un poco más complejo porque tiene corresponsabilidad en la situación. Este tema ha sido de disputa incluso en el Fondo, con mucha desatención entre socios".

En tanto al déficit y la "salida a la uruguaya", acotó: "El superávit fiscal tiene que ser una regla; es necesario. No es virtuoso tener déficit. Ese punto no lo discutamos. Lo que Uruguay hizo fue reperfilar su deuda, que es el modo posmoderno de llamar al default. En los acreedores hay muy buena predisposición para el reperfilamiento. Son conscientes de que un país con 7 puntos de déficit hoy no puede pagar y como tienen buenas tasas prefieren esperar. El reperfilamiento que usó Uruguay parece ser bastante posible".

También se refirió al camino al superávit: "El gobierno no está generando confianza y construirla de nuevo va a llevar tiempo. No es una cosa que se pueda resolver de un día para el otro. Hay que poner en marcha la economía. Nosotros aspiramos a decir lo que vamos a hacer: recuperar el mercado interno y movilizar las exportaciones; ganar mercados. Nosotros consumimos al 70 por ciento de lo que producimos. Si no mejoramos el consumo, no mejoramos la producción. Los únicos dolares que tenemos son los que recibimos por exportaciones. Más de un tercio de los ingresos fiscales son consecuencia del consumo; es decir que si vos promovés el consumo van a mejorar tus ingresos fiscales. Tenemos que hacerla crecer tan pronto podamos.".

En cuanto a la tasa de interés, indicó: "Hay que prestar atención a lo que se llevan los bancos por intereses. Si vos eso lo cambiás empezás a cambiar la ecuación del déficit. Una drástica y clara baja de los intereses para terminar con el mercado usurero que se lleva el 80 y tanto por ciento de tasa. El déficit cuasi fiscal que algunos llaman también es del Estado. El Banco Central es el Estado".

Y sostuvo sobre la propuesta de pacto social: "Es algo más que un acuerdo de precios; es acordar cómo crecemos. Hablar sólo de precios es minimizarlo. Las exportaciones y el consumo deben crecer en simultáneo. Del mismo modo que la gente se llevó el dinero de los bancos a su casa, cuando confíe vuelve a poner el dinero. El concepto de fuga de divisas no es solo llevársela al exterior, sino sacarla del sistema, ya sea abajo del colchón o a cajas de seguridad. Eso puede volver".

Finalmente, opinó sobre el mercado laboral y las nuevas tecnologías: "Es un tema muy complejo. No es buena la uberización del trabajo. Si hay algo que nos hizo diferentes en la Argentina son los derechos de los que trabajan. Es un tema complejo de resolver y no quisiera dar hoy una respuesta que suene mal".