Después de meses de conflicto, sobre todo con los gremios de pilotos, la empresa estatal Aerolíneas Argentinas acordó este jueves un aumento salarial para sus casi 11.000 empleados. Se otorgará una suba de 15% en diciembre mientras que en octubre y noviembre se pagará una suma fija equivalente al 10% del sueldo.

Así se arregló en la sede de la Secretaría de Trabajo después de una audiencia convocada por Lucas Fernández Aparicio, el jefe del área y quien ofició de mediador del conflicto con los pilotos del gremio de APLA cuando la pelea había alcanzado picos de tensión.

Con el aumento sellado, los aeronáuticos que se desempeñan en Aerolíneas Argentinas obtuvieron una paritaria anual de 44,5%, más las dos sumas fijas y el bono de $5000 para aquellos con sueldos inferiores a los $100.000.

"El acuerdo fue alcanzado en el marco de la conciliación obligatoria dictada el jueves 3 por la Secretaría de Trabajo de la Nación, ante la amenaza gremial de un paro de 48 horas el pasado fin de semana. La firma de las respectivas actas acuerdo se harán en el ámbito de la misma Secretaría", informó Aerolíneas Argentinas.

Pablo Biró, el jefe gremial de los pilotos de APLA, levantó el paro previsto para el fin de semana pasado después de haberse reunido con Alberto Fernández. El candidato presidencial del Frente de Todos recibió al gremialista en su casa de Puerto Madero y le solicitó allí revisar la medida de fuerza sin resignar el planteo de una mejora salarial, publicó La Nación.

Resuelta la pulseada salarial, Biró afronta ahora otra pelea con el oficialismo, del que fue muy crítico, sobre todo contra la política aerocomercial que llevó a cabo el ministro Guillermo Dietrich.

Desafiado por los pilotos de Latam, que iniciaron gestiones formales la semana pasada en la Secretaría de Trabajo para formar su propio sindicato por empresa, Biró aspira a que ese expediente se dilate hasta el eventual cambio de gobierno. Cree que el intento de los díscolos se frenaría si gana el Frente de Todos, ya que se ajustaría la letra chica del modelo sindical vigente, en el que prima la afiliación de trabajadores por actividad y no por empresa.