En el escrito al que accedió ANALISIS, la mujer denuncia “privación ilegítima de la libertad, coacción y extorsión ambas agravadas por condición de género y por uso de arma de fuego, y usurpación agravada por uso de arma de fuego, de conformidad con lo normado en el art. 142 bis, 149 bis, 168 Y 181 inc. 3 del Código Penal de la Nación, contra Luis Miguel Etchevehere”.

Asimismo, y por considerar que existe “un estado de amenaza de ataques físicos a mi persona y a mis acompañantes y de la negativa a cumplir con lo dispuesto por la justicia”, solicita “que disponga el desalojo de las personas apostadas en el ingreso a la Estancia Casa Nueva y la detención de Luis Miguel Etchevehere”.

A la hora de justificar sus pedidos, Dolores Etchevehere afirma que “se está desarrollando en este momento un conflicto violento de índole machista que involucra gente armada” y reitera que “se trata de un conflicto familiar, motivado en el hecho de que mis hermanos me robaron mi herencia, y además se resisten incluso violentamente a cumplir con la ley, porque no lo hicieron nunca en su vida”.

Además, critica el accionar del fiscal Oscar Sobko y plantea que “pone en riesgo mi vida y mi integridad física, y afecta mi libertad personal y el goce de mis derechos”. “Ello debido a que, en este momento, disconforme con el pronunciamiento de la justicia que me dio la razón y estableció que mi posesión de la Estancia Casa Nueva es legítima atravesó una camioneta y encadenó la tranquera que permite el ingreso a la estancia en la que estamos viviendo. Es decir, que frente a la mirada atónita de los agentes de policía, me secuestró, impidiéndome que salga o entre, a mí y a mis compañeros, y que ingrese comida o cualquier otro elemento que necesitemos”, denunció.

Los hechos

En medio de un clima tenso alrededor del campo en Santa Elena, Dolores Etchevehere, pidió que retiren un candado colocado en la puerta de ingreso y que les “permitan circular libremente” para buscar medicamentos y alimentos.

Según detalló este sábado cerca del mediodía, las personas que se encuentran en la casa con ella le informaron que habían colocado una cadena con candado en la tranquera de ingreso. Por ese motivo, decidió acercarse hasta la zona.

“¿Sabe quién colocó el candado?”, le consultó al oficial de Policía que custodia la entrada. “Nos impide la libre circulación. Nosotros necesitamos ir a buscar alimentos y medicamentos, así que le solicito por favor que lo saquen”, pidió.

Al no obtener respuesta, Etchevehere aseguró que ese hecho los mantiene “encerrados”. Ante la insistencia, el oficial apostado en el lugar respondió que le comunicaría la situación al fiscal a cargo de la causa para darle una solución.

La mujer estuvo acompañada en todo momento por dos de los hombres que permanecen en la casa con ella, y exhibieron también la última resolución emitida por el juez Raúl Flores, que ordena su protección. Además, en la misma medida instó a la familia a no realizar “actos violentos, molestos o perturbadores” en su contra ni a “difamarla”.

Dolores insistió en saber “quién tiene la llave de ese candado”, dado que “ninguna resolución impide que circulemos libremente”.

Además de estar acompañada por dos de los integrantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que dirige Grabois, de la estancia también salieron personas que registraron con una cámara el trabajo de los periodistas de los canales de noticias de Buenos Aires.