“Frente a la mirada atónita de los agentes de policía, me secuestró, impidiéndome que salga o entre, a mí y a mis compañeros, y que ingrese comida o cualquier otro elemento que necesitemos”, denunció Dolores Etchevehere.
Las partes junto al tribunal acudieron al convento de las Carmelitas Descalzas para realizar una inspección sobre el lugar de los hechos. Foto: Infocontenidos
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.