El primer ministro de la República Portuguesa, Antonio Costa, es también presidente protémpore de la Unión Europea (UE). Alberto Fernández tiene igual responsabilidad en el Mercosur. Ambos tienen sintonía ideológica y una misma vocación de superar cualquier tipo de diferencia entre los países en base al diálogo. Ese es el marco político de la videoconferencia que mantuvieron en la mañana de este miércoles y que terminó con un compromiso: antes de mitad de año volverán a encontrarse, pero en forma presencial, para avanzar en los acuerdos UE-Mercosur, firmados durante el gobierno de Mauricio Macri.
Ambos, además, comparten una misma visión sobre una salida democrática en Venezuela, que debe ir acompañada con el levantamiento de las sanciones, ya que el régimen de Nicolás Maduro está impedido de comprar vacunas por el bloqueo a sus cuentas en el exterior. “Ni siquiera puede acceder a las que distribuye el sistema COVAX, impulsado por la OMS”, dijeron en Cancillería.
De todos modos, Fernández y Costa no hablaron al respecto, según se informó oficialmente. Es una tarea que le delegaron a sus cancilleres, que ayer dialogaron en la reunión del Grupo Internacional de Contacto (GIC), donde participaron el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, el asesor especial de la UE para Venezuela, Enrique Iglesias, los cancilleres de Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Panamá, además del argentino Felipe Solá y el portugués Augusto Santos Silva.
Tampoco hablaron de las negociaciones que Argentina está encarando con el FMI para renegociar la abultada deuda externa que comprometió la gestión anterior. “Ya estuvo en la agenda de la reunión que mantuvieron en septiembre de 2019″, explicó un funcionario presidencial.
Según se informó desde Presidencia, durante la comunicación de hoy, Fernández y Costa repasaron el desarrollo del sector automotriz y coincidieron en establecer una agenda común en torno a la política ambiental.
El mandatario argentino estuvo acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá.