El periodista de Santa Fe, Guillermo Tepper, recordó la vida de Carlos Reutemann, sus inicios en la política y la importancia que tuvo para la provincia.   

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Tepper sostuvo que “hablar de Reutemann desde el punto de vista deportivo es reconocer su historia, su pasión por el automovilismo, su llegada a la fórmula 1, sus premios, y toda una pasión que vivió alejado de la política”.

En ese punto, recordó que “la única referencia que Reutemann tuvo con la política fue en el Gran Premio de Buenos Aires donde faltando pocas vueltas para terminar la carrera su vehículo se quedó sin nafta, y en aquel momento en el palco estaba Juan Domingo Perón con María Estela Martínez de Perón, en el año 1974 y allí cuando Reutemann subió al palco Perón le regaló su lapicera, que fue la misma con la cual se afilió al Partido Justicialista después de ser gobernador por primera vez”.

Ante esto, destacó que “Reutemann fue un emergente extrapartidario, una figura pública que en su momento el menemismo instrumentó para permanecer en el poder en varias provincias argentinas, como es el caso de Daniel Scioli, de Palito Ortega en Tucumán o de Mario Moine en Entre Ríos”.

Rememoró asimismo que “en la década del ‘90 en Santa Fe existía la ley de lemas y había que juntar avales para promover la candidatura de quienes se presentaban en las elecciones, y con esa ley Reutemann se consagró candidato a gobernador pese a que él mismo reconocía que tenía poquísimas chances, que eran del 8% frente al 40% que tenía (Horacio) Usandizaga. Sin embargo, se calzó su conocida campera roja y empezó a recorrer los pueblos de la provincia donde era aclamado, porque era una figura deportiva”.

A partir de allí surgió el primer gobierno de Carlos Reutemann, en el que tal vez por la desconfianza hacia la militancia justicialista se rodeó también de muchos extrapartidarios; y fue un primer gobierno también montado en la ola privatizadora del gobierno nacional, y así se privatizó el agua de Santa Fe que pasó a ser una empresa privada, se intentó privatizar la energía, se aprobó la privatización del Banco de Santa Fe que concluyó en el gobierno siguiente de Jorge Obeid”.

Al respecto, aclaró que “Obeid era prácticamente el delfín de Reutemann y por eso estuvo en su primer periodo, pese a la conocida historia de militancia y compromiso de Jorge Obeid que venía de la Intendencia de Santa Fe. Fue el descendiente de Reutemann pero prácticamente el poder del justicialismo lo seguía teniendo Carlos Reutemann, quien llegó a ser presidente del Partido Justicialista sin ningún grado de militancia en su historia”.

“Al llegar una segunda etapa de gobierno de Carlos Reutemann, ya hay claroscuros bastante más definidos, que prácticamente dividen a la opinión pública: primero fueron los muertos del 2001 por la represión policial y después el punto culminante y de quiebre con la inundación de Santa Fe. Por eso creo que se lo recordará con claroscuros, con algunos a favor y otros en contra porque hubo un quiebre con gran parte de la comunidad de Santa Fe que se perpetró con la inundación de 2003”, reflexionó el periodista.

Sobre ello, apuntó que “muchos hicieron responsable directo de la inundación al gobernador de la provincia que era Carlos Reutemann pero que terminó pagando Marcelo Álvarez quien era intendente de la ciudad de Santa Fe y dos funcionarios de segunda y tercera línea de la provincia” y rememoró que el juicio por la inundación “terminó en condenas hace un año atrás, después de 18 años”.

“Esto significó un aislamiento de Carlos Reutemann no solamente de los medios de comunicación sino también de la sociedad. En la década del ‘80 y en su primer gobierno, Reutemann tomaba café en la vía pública, se sentaba en una mesa con amigos y funcionarios, la gente pasaba y lo saludada, como un ciudadano más, pero a partir de la inundación se dio un aislamiento de Reutemann de la comunidad y los medios. Y luego en su etapa del Senado nacional tuvo algún reproche porque pasó de ser presidente del justicialismo a militar en el Pro y apoyar las políticas de (Mauricio) Macri, y eso le valió el reproche desde el propio seno del justicialismo que quedó huérfano”, destacó.

Consultado por la candidatura presidencial que nunca aceptó en 2002, Tepper comentó que “en aquel momento estaba muy presionado por (Eduardo) Duhalde, que incluso llegó a Santa Fe en un vuelo para convencer a Reutemann que tenía que ser el candidato presidencial para las elecciones de 2003. Sin embargo, una vez me planteó en off  que él desconfiaba de la posibilidad de poder liderar o gobernar el conurbano bonaerense –que no es para figuras tibias, timoratas o parcas como Reutemann- y segundo vio la gran dificultad que significa armar equipos en la Presidencia de la Nación, y esos fueron los motivos que esgrimió para no aceptar esa candidatura a pesar de muchas presiones que tuvo, incluso familiares y de compañeros de su propio gobierno”.

“Él notaba presiones del menemismo y del duhaldismo, pero Reutemann siempre fue más bien independiente e incluso tuvo enfrentamientos con el propio (Carlos) Menem por cuestiones relacionadas a la provincia de Santa Fe. Se manejaba como un piloto, y uno de los enfrentamientos con el menemismo fue cuando le quisieron robar la elección de 1995”, sentenció.

Sobre esto, relató que “en las elecciones a gobernador de 1995 en la provincia de Santa Fe el menemismo se embarca en la ciudad de Rosario con Kohan a la cabeza para saludar a Cavallero que era el candidato del justicialismo en aquel momento, porque había virado del socialismo al menemismo puro, y festejaron el triunfo sobre Obeid. Al día siguiente el gobernador Carlos Reutemann llegó 10 minutos antes de empezar el programa de radio en LT 10 que yo tenía para decirme que le estaban queriendo robar la elección. Luego en una nota larguísima efectivamente denunció que le estaban robando la elección en la provincia de Santa Fe, lo que generó un escándalo institucional y fue la elección más larga de la historia en la provincia porque hubo que contar voto por voto y abrir urnas en sospecha. Este conteo duró 45 días y durante ese tiempo en Santa Fe, en 1995, no supimos quién era el gobernador. Todo esto tuvo que ver con las presiones del menemismo para imponer sus candidatos a senador

Por último, Tepper definió a Carlos Reutemann como “un tipo parco en su trato, serio pero a su vez cálido” y en cuanto a su final explicitó que “las circunstancias después lo llevaron a tener un cáncer que se operó en Estados Unidos, y hoy su hermano me contó que hace unos cuatro años le había confesado que sabía que ya estaba viviendo los últimos años de su vida”. “Finalmente su estado se complicó con sangrados y lesiones hepáticas y lesiones en todo el aparato digestivo lo que obligó a estar en terapia intensiva y en internaciones en Santa Fe y Rosario, hasta que en las últimas 48 horas pidió que no le hicieran más nada, ni más tratamientos ni aparatología, con lo cual la familia se dispuso a acompañarlo hasta su fallecimiento”, concluyó.