El oficialismo en la Cámara de Diputados logró reivindicarse tras la derrota que sufrió el viernes pasado con el rechazo al proyecto de ley de presupuesto 2022. Con el apoyo de bloques aliados, se impuso a la oposición en el recinto y aprobó una iniciativa que si bien actualiza el mínimo no imponible del impuesto a los bienes personales -tal como se sancionó en el Senado-, incluye en el texto dos cláusulas en las que propone agravar el tributo para aquellos contribuyentes con grandes patrimonios o con bienes en el exterior.

La votación arrojó un resultado para el infarto: el oficialismo se impuso por 127 votos positivos frente a 126 votos negativos. Según anticipó el presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, el Senado debatirá el proyecto el 29 de diciembre, para que los nuevos valores rijan para el ejercicio 2021.

Tras un planteo de la oposición, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, llamó a una nueva votación, que primero amplió la victoria oficialista (128 a 125) pero luego de la corrección del voto del diputado Gerardo Milman (Pro), arrojó el mismo resultado inicial: 127 a 126. Esta mínima diferencia obedeció a la ausencia de tres diputados de Juntos por el Cambio: Camila Crescimbeni (diagnosticada con Covid); Alvaro González (de viaje por el exterior) y Gabriela Brouwer De Koning (también de viaje), publicó La Nación.

En el debate se confrontaron dos iniciativas: la que impulsó el Frente de Todos en el Senado, que fue aprobada por unanimidad en octubre y que ahora buscaba convertir en ley la oposición en la Cámara baja; y un nuevo dictamen presentado ayer también por el Frente de Todos en Diputados, que introduce dos modificaciones rechazadas por parte de los bloques opositores.

El proyecto con media sanción del Senado dispone incrementar de $2 millones a $6 millones el mínimo no imponible del tributo y elevar de $18 a $30 millones el valor de la vivienda que estará exenta del impuesto. El dictamen presentado ayer por el oficialismo y aprobado en la sesión especial de hoy agrega sobre esa base la aplicación de una alícuota del 1,5% los patrimonios que superen los $100 millones (actualmente es del 1,25%) y otra alícuota del 2,25% sobre los bienes en el exterior. También dispone la actualización a automática del mínimo no imponible, por la inflación.

La bancada de Juntos por el Cambio y el interbloque Federal, si bien estaban de acuerdo con la actualización de la base no imponible del impuesto, rechazaron esta última propuesta oficialista e intentarán convertir en ley la media sanción aprobada por el Senado. En la Comisión de Presupuesto, que se reunió momentos antes de la sesión, los diputados Alejandro Cacace, Luciano Laspina y Martín Tetaz anticiparon su desacuerdo con que se suban las alícuotas a los grandes patrimonios y a los bienes radicados en el exterior.

“Tenemos un compromiso muy claro de no aumentar impuestos -insistió Laspina, luego en la sesión-. Esta sesión fue pensada para aliviar la carga tributaria sobre el sector privado, no para inventar nuevas alícuotas o crear nuevos impuestos, como quiere el oficialismo. Como hicieron con el impuesto a la riqueza; ahora aplican la misma receta, y no hacen otra cosa que provocar estampida de nuevos contribuyentes al exterior cuando necesitamos que esos contribuyentes se queden e inviertan en la Argentina. Este dictamen es una gran noticia para Uruguay y su presidente Luis Lacalle Pou: se están llevando los grandes patrimonios de nuestro país para refugiarse de la voracidad fiscal del Gobierno”.

Desde el interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez celebró que, por iniciativa de toda la oposición, el oficialismo se haya visto forzado a llevar este proyecto -que demoró durante dos meses en la Cámara de Diputados- al recinto. “Independientemente de los parches de los aumentos impositivos que ahora el oficialismo quiere imponer, lo importante es que la clase media ya no tendrá que pagar más impuestos. Y eso fue gracias a que la oposición impulsó esta sesión”.

En el mismo sentido se expresó el jefe del bloque radical, Mario Negri. “(Los oficialistas) buscaron esquivar esta sesión, dieron vueltas por todos lados, por eso celebramos que estemos acá, porque fue gracias a la oposición”, enfatizó.

“Este proyecto es inmoral. Dejen de joder al sector privado”, asestó Javier Milei, de La Libertad Avanza. Por su parte, José Luis Espert, de Avanza Libertad. “¿Dónde está la redistribución del impuesto a los bienes personales? En ningún lugar, esto es demagogia solamente. Es un tributo que existe en muy pocos países del mundo que alienta la fuga de capitales y atenta contra la inversión”, advirtió.

Durante el debate, los diputados de izquierda confirmaron que apoyarán el dictamen del oficialismo. “Si fuera por el diputado Laspina, habría que cobrarles impuestos a los pobres, porque si se los cobran a los ricos éstos se ofenden y se van”, asestó Myriam Bregman. En el mismo sentido se expresó la diputada Romina Del Plá. “Votamos a favor, aunque es insuficiente: se sube el mínimo no imponible de un nivel ridículamente bajo a uno bajo.

El diputado Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto, justificó la necesidad de incorporar modificaciones a la media sanción del Senado, impulsada por el propio oficialismo hace dos meses. “El proyecto implica un elevado costo fiscal y contiene tiene herramientas para tratar de corregirlo”, admitió Heller.

“Para morigerar este impacto proponemos aumentar la alícuota para aquellos patrimonios que superan los $100 millones, que suman entre 15.000 o 16.000 contribuyentes aproximadamente que pasarían a pagar una alícuota de 1,5% en lugar de uno 1,25% como en la actualidad”, enfatizó el diputado, quien garantizó que, de aprobarse esta iniciativa, el bloque oficialista del Senado la convertiría en ley en la sesión del 29 de este mes.

El diputado oficialista anticipó que, con estas modificaciones, medio millón de contribuyentes se verán beneficiados. Asimismo, garantizó que la base imponible del impuesto se actualizará de manera anual y automática mediante el Índice de Precios al Consumidor Nivel General (IPC).

Según el diputado Heller, esta iniciativa implicará un costo fiscal de 31.600 millones de pesos, de los cuales la mitad es coparticipable.