Los casos de dengue reconocidos oficialmente ya son más del doble que en la epidemia de 2020, cuando para en agosto de ese año se habían contabilizado más de 59.000 casos al cierre de esa temporada de vigilancia de la enfermedad. En los primeros cuatro meses de este año, de acuerdo con la última actualización oficial el sábado pasado, los 84.433 casos de dengue informados son ya un 180% más que para el mismo período de la epidemia de hace tres años, cuando se informaron más de 30.000.

Desde que la cifra oficial dio un salto de más de 10.000 casos en una semana –la que va del 26 de marzo al 1° de abril–, el promedio de nuevas infecciones cada siete días se mantiene en 13.300, de acuerdo con los datos que actualiza el Ministerio de Salud de la Nación con dos semanas de retraso y releva La Nación. Para las autoridades sanitarias, en tanto, eso significa que “se consolida la tendencia al descenso a nivel país”.

Con solo tener en cuenta la diferencia entre los 17.643 casos que informó la Dirección Nacional de Epidemiología el sábado pasado para Tucumán –uno de los distritos con más infecciones– y los 25.458 que dio a conocer el Ministerio de Salud de esa provincia este lunes, la epidemia de este año se acerca a los 100.000 casos cuando restan dos meses para completar la temporada 2022-2023 de enfermedades transmitidas por mosquitos. Y eso es aun con un subregistro del que se desconoce su magnitud, como lo demostraron las guardias y el refuerzo con personal extra y extensión horaria de los consultorios de febriles.

Limitar el cotejo con la última epidemia, en 2020, a los datos nacionales hasta hace dos semanas muestra que los 84.433 casos de dengue registrados oficialmente son un 180% más que los 30.000 estimados para la misma semana epidemiológica hace tres años. Dado que la cartera sanitaria nacional salteó la publicación para esa semana de 2020 del Boletín Epidemiológico Nacional –registro histórico de las enfermedades de notificación obligatoria en el país–, se tuvo en cuenta el crecimiento de la curva de infecciones a partir de un promedio de las cifras para las semanas subsiguientes que cuentan con su reporte publicado.

El total de casos sospechosos investigados en el reporte nacional subió un 16,8% en la última actualización, en la que suman 129.420, comparado con un 27,3% el informe anterior, al 22 de abril pasado, que eran 110.705 casos.

La demanda de pruebas para confirmar o descartar el diagnóstico en uno de los laboratorios de análisis bioquímicos en la ciudad de Formosa llegó a 10 pruebas por días, por debajo de la cantidad promedio de años anteriores, según explicaron desde ese centro. Aclararon, además, que este año los diagnósticos son por criterio clínico, los profesionales no están indicando confirmaciones y, también, hay más complicaciones con las coberturas en el caso de la prueba para confirmar o descartar un diagnóstico de fiebre chikungunya. Ayer, en ese laboratorio a cuadras de los hospitales Perón y de la Madre y el Niño de la capital formoseña, seis personas solicitaron un análisis para saber si tenían o habían tenido dengue. Estiman que la demanda se mantendrá todavía un mes más.

En Santa Fe, la Legislatura provincial citó la semana pasada a la ministra de Salud, Sonia Martorano, para que la funcionaria explique qué medidas preventivas se habían adoptado y por qué no fue posible contener la epidemia de dengue. Como publicó este medio, la oposición plantea que el gobierno “actuó tarde y con escasos recursos” para evitarla.

Los distritos pueden hacer sus compras de insumos, ya sea para diagnóstico o control del mosquito vector. A la vez, el Ministerio de Salud de la Nación hace compras para asistir a las provincias a través de la Dirección de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores y otras áreas. De acuerdo con el sitio oficial Compr.AR, el proceso de adquisición de reactivos para la detección de dengue y fiebre chikungunya arrancó en diciembre de 2022, cinco meses más tarde que en 2021 y se publicó en febrero pasado. La apertura de las ofertas fue el 6 de marzo. “Si es la misma demora hasta la adjudicación, las órdenes de compra y las autorizaciones de importaciones, las entregas van a estar para cuando el mosquito tenga abrigo, junto con los insumos para gripe”, dijo, en ese momento, a LA NACIÓN uno de los proveedores que se había presentado a la compulsa.

El Ministerio de Salud de la Nación informó además a finales del mes pasado que, “desde julio de 2022, se entregaron 8976 litros de insecticida permetrina al 10% DEPE” a 13 provincias (Catamarca, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán). Un excoordinador de trabajos de campo para el control ambiental de vectores explicó que por distrito en el área endémica del país se suelen necesitar unos 5000 litros para tareas de control ambiental. Por litro de ese producto de la empresa Chemotecnica que compra el Estado, de acuerdo con la comunicación oficial, una firma especializada en control de plagas que lo comercializa estimó ante la consulta de La Nación que, con una máquina de fumigación bien calibrada, un vehículo puede cubrir unas 14 manzanas.

“La misma expansión que, en el pasado, tuvo el paludismo, la tiene el dengue. Tiene una velocidad de expansión [geográfica y en magnitud] de la que poco se habla”, dijo el exministro de Salud, Ginés González García, en la apertura de una jornada de actualización coorganizada a finales de marzo por la Universidad Isalud, la Sociedad Argentina de Vacunología y Takeda, que comercializa la vacuna contra el dengue que aprobó la Anmat hace dos semanas. “Si bien los esfuerzos están, claramente venimos perdiendo”, agregó ante el desplazamiento territorial de la circulación viral por la presencia del mosquito Aedes aegypti. “Es cierto que estamos fallando en todo lo que es prevención”, reconoció el exfuncionario.