(Foto: Parlamentario)
Se esperaba que esta sesión de la Cámara de Diputados pedida el pasado 8 de julio -antes del receso de invierno- no tuviera problemas de quórum. De hecho, nadie lo imaginaba, teniendo en cuenta que casi todos tenían algo que decir en esta reunión, más allá de un temario acotado de cuestiones específicas. No obstante ello, a las 12.43, más de media hora después de lo previsto -en Labor Parlamentaria se había resuelto extender 15 minutos el horario de inicio de la sesión-, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, dio por caída la reunión ante la convicción de que ni siquiera quienes estaban parados cerca de sus bancas se sentarían.
Con acompañamiento de bloques dialoguistas como la UCR -que tuvo tres ausentes por enfermedad y licencias-, Innovación Federal, Coalición Cívica y aliados, dentro de los que está el Pro, a La Libertad Avanza no le alcanzó para llegar al número de 129. Hubo bancas vacías en algunos sectores. Pero la clave fue la ausencia del bloque de Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Pichetto, y tiene 16 miembros.
Claramente Unión por la Patria y la izquierda no habían bajado y fueron los primeros en alertar a Menem sobre el horario excedido, recordándole al presidente del Cuerpo su decisión en el pasado de ser estricto con el reglamento en este sentido.
Según supo Parlamentario, el oficialismo no vio venir la decisión del bloque de Pichetto en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó antes de la sesión. Tampoco los otros bloques de la oposición dialoguista. No obstante, una fuente que participó de ese encuentro lo notó “molesto” al legislador. Por el contrario, en LLA dicen que estaba “predispuesto”, pidiendo sí que se acorten los tiempos.
Uno de los temas que anticipaba la polémica para la sesión era la visita de los diputados libertarios a la cárcel de Ezeiza para reunirse con represores detenidos por delitos de lesa humanidad. La Libertad Avanza propuso en Labor una declaración para someter a votación.
Pero desde el bloque de HCF habían propuesto, ante el pedido de la oposición más dura de conformar una comisión para investigar a los diputados oficialistas, que el asunto se resolviera en la Comisión de Peticiones y Reglamento. No hubo respuesta de LLA a esto. La decisión del espacio de Pichetto envuelve detrás el fastidio por “incumplimiento en los acuerdos”.
De los seis diputados de LLA puestos en el centro de la escena, cinco habían bajado desde el inicio para dar quórum. En su banca, Lourdes Arrieta, una de las que dijo haber ido “engañada” al penal y que en las últimas horas presentó un proyecto propio para conformar una comisión, se sentó en su banca con el libro “Nunca Más”, el informe de la CONADEP que minutos más tarde la diputada Cecilia Moreau dijo que le iba a recomendar leer. Rocío Bonacci, la única ausente en la foto con exmilitares que se viralizó horas antes, llegó caída la sesión con cara de sorpresa por lo ocurrido en el recinto.
Ezeiza: la declaración que quería LLA, pero no tenía acuerdo
Uno de los diputados dialoguistas que participó de Labor Parlamentaria aseguró al medio que no había habido “acuerdo” sobre cómo se resolvería la cuestión de la visita de los libertarios a Ezeiza en la sesión. “Primero era un texto demasiado lavado, que lo mejoraron en tres oportunidades”, contó un diputado que estuvo presente. Sin embargo, mientras el oficialismo buscaba una salida a través de una declaración, había quienes exigían que se conforme una comisión para el caso.
El texto al que accedió parlamentario.com expresaba el “más firme e inquebrantable compromiso con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia construido por la sociedad argentina frente a las sistemáticas violaciones de las garantías constitucionales perpetradas por la última dictadura militar entre los años 1976 y 1983”.
También reafirmaba la “defensa irrenunciable y sin condicionamientos del sistema democrático, los derechos humanos, el orden constitucional y el debido respeto de las sentencias judiciales condenatorias” y expresaba una “profunda preocupación por la visita realizada por un grupo de diputados de La Libertad Avanza al complejo penitenciario de la ciudad de Ezeiza en donde se encuentran detenidos condenados por delito de lesa humanidad”.
“Los exhortamos a respetar los principios mencionados en los puntos anteriores absteniéndose de realizar acciones o conductas contrarias a lo que expresa esta declaración”, concluía el texto impulsado por el oficialismo.
La caída de la sesión
El horario de inicio de la sesión se había pasado a las 12.15, pero pasaban los minutos y las bancas seguían vacías. No era que el recinto estuviera despoblado: muchos diputados estaban presentes, más no sentados. Por eso, pasadas las 12.30 el presidente del Cuerpo comenzó a pedir que se sentaran. Cinco veces lo hizo.
Pasada la media hora, la vicepresidenta primera de la Cámara, Cecilia Moreau, le pasó la factura a Menem al advertirle que así como el 24 de abril pasado, cuando se cayó una sesión pedida por la oposición, sin que el titular de la Cámara se aviniera a esperar ni un minuto la llegada de los diputados faltantes, ahora debía dar por caída la sesión.
Ya el titular del bloque Pro, Cristian Ritondo, había pedido aguardar; lo mismo hizo el titular del bloque de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, invocando la presencia de las Madres del Dolor, que estaban allí para asistir al debate de la ampliación del Registro de Datos Genéticos. La kirchnerista Paula Penacca recordó que atento a la presencia de las Madres del Dolor habían pedido adelantar el tratamiento del tema que las traía. Pero aclaró que le parecía que había que “dejar de usufructuar el dolor de la gente”. “Esta sesión está caída, convoque a otra sesión”, exigió.
Fue estéril el pedido de la secretaria parlamentaria del bloque Pro, Silvana Giudici, por seguir aguardando un poco más. Después vino el diputado de la izquierda Nicolás del Caño, que recordó también: “Una sesión que fue pedida, usted la levantó al pasar media hora”. Y aprovechó su minuto para rechazar enfáticamente el plan de labor planteado.
Bornoroni insistió en pedirles a los diputados que estaban adentro del recinto pero no estaban dando quórum, “así que no les interesa el tema, y quiero que eso lo tomen en cuenta porque es la forma que tienen de legislar”.
“Habiendo superado la media hora, no habiendo quórum, queda levantada la sesión”, dijo finalmente el presidente del Cuerpo, dando lugar al debate en minoría.