El diputado provincial y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) de Formosa, Miguel Montoya, se refirió a la situación de la provincia gobernada por el peronista Gildo Insfrán desde hace 30 años, y que según el INDEC tiene uno de los mayores índices de pobreza.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Montoya sostuvo que “la primera mirada es de mucho dolor, es un número que si bien lo conocemos y lo palpamos cuando caminamos la calle, la política en general tiene que hacerse una profunda autocritica porque es un número inmoral de pobreza y de alguna manera todos desde nuestros lugares durante mucho tiempo no hicimos nada para cambiar esta situación”. “Más allá de que en nuestra provincia tenemos un modelo que nos gobierna desde hace muchos años, y que está a tope, que ya dio todo lo que tenia para dar y a esta situación no la modificó nunca, me genera mucho dolor vivir en una provincia con ese número inmoral de pobreza”, aseveró.
Al respecto, recordó que el gobernador Gildo Insfrán “está en el cargo desde el año 1995, está cursando su octavo mandato como gobernador, y primero generó todo un combo institucional para crear las condiciones ideales, el traje a medida, para permanecer en el poder durante mucho tiempo, y el caldo de cultivo es una pobreza que cada vez se acentúa más y que la utiliza para tener mucha dominación social sobre la población”.
Para describir la realidad, el legislador mencionó que “Formosa tiene uno de los más bajos índices de empleo privado formal registrado, en toda la provincia hay solamente 22.000 personas que trabajan en un empleo formal privado registrado, y eso cuando se contrasta con el número del empleo público provincial se duplica, hay 44.000 empleados estatales provinciales sin tener en cuenta los municipales. Hay 37 municipios que son los únicos generadores de empleo en los pueblos del interior y también existe el mecanismo de contratación con monotributo, que son empleados que brindar una locación de servicio, así que el numero se agranda más y los empleados de los organismos nacionales. Esto significa que el esquema de empleo privado, genuino, que realmente puede modificar esta realidad no existe en Formosa”.
“La única salida que ven muchos jóvenes que terminan el secundario es la terminal de ómnibus e irse a otra provincia, y eso duele porque se produce el desarraigo de muchas provincias”, agregó.
Al respecto, describió que “en una época, para muchos formoseños irse al sur, a la Patagonia, era como la panacea porque allá hay trabajo mucho mejor rentados, pero eso cambió por el desarraigo, el clima absolutamente hostil para nosotros, hacía que un joven se fuera a trabajar por pocos años y luego al volver a Formosa y la única salida es tratar de conseguir algún conchavito como cooperativista en la Municipalidad o con un contratito de locación y se va generando esa masa, en donde el sentimiento generalizado en la provincia es que el único que te puede dar una mano para mantenerte es el Estado. A esa concepción el gobernador Insfran la utiliza y es un mecanismo que se va retroalimentando”.
“Para muchos la sensación es que la salida es la terminal de ómnibus o un conchavito en el Estado para poder subsistir, y esto –si bien es un análisis muy reduccionista del problema- es la base de sustentación por la cual Insfrán consigue siempre mucha adhesión en las elecciones. La matriz del ejercicio del poder está sustentada en una igualación para abajo, es darle a todo el mundo un poquito para que con eso se conformen, no traer empresas, no se fomenta el desarrollo del empleo privado de calidad, para que todos dependan de él y por eso lo siguen votando”, explicitó.
Consultado por el trabajo de la oposición para cambiar estos esquemas, Montoya sostuvo que “al combo descripto hay que sumarle también todo el combo institucional de un sistema que tiene reelección indefinida, ley de lemas y una justicia totalmente cooptada. Nosotros litigamos ante la Corte Suprema de Justicia y estamos esperando su fallo para ponerle fin a la reelección indefinida en Formosa, lo cual sería muy bueno”.
“Si bien la política en general está atravesando una crisis, creo que estamos viviendo un final de ciclo; lo que pasó a nivel nacional nos interpela a la política tradicional porque el hecho de que Milei esté sentado en el sillón de Rivadavia significa que la política no funcionó en todo este tiempo, y lo que tenemos que generar en Formosa es un cambio cultural, que se arme un gran frente electoral, y en eso estamos trabajando. Lo que nos toca a nosotros como políticos desde la oposición es generar la estrategia electoral para ganar, después va a requerir que las personas que lleguemos, tengamos la suficiente madurez y grandeza para poder materializar políticas que cambien esta realidad. A nosotros hoy nos toca generar las condiciones para que todas las personas que creemos que Formosa necesita un cambio estemos todos juntos. Esto que a veces parece fácil, no lo es. Hay un peronismo disidente que está comenzando agrandarse, que siente que el modelo de Insfrán no lo contiene, hay un sector de La Libertad Avanza que también creció mucho, y el radicalismo que siempre estuvo en la trinchera luchando contra el régimen tiene que tener la suficiente grandeza para poder conciliar todo eso y formar un gran frente electoral para poder enfrentar esto”, concluyó.