La Confederación General del Trabajo (CGT) se renió este jueves al mediodía con la presencia de su consejo directivo con el objetivo de fijar una postura unificada frente a la reforma laboral que el Gobierno incluyó en el paquete de sesiones extraordinarias. La cita fue formalizada por los triunviros Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Arguello, quienes llamaron a la dirigencia a concentrarse en la sede histórica de Azopardo para discutir el avance oficial.
Según las primeras definiciones, la central sindical proyecta una movilización el próximo jueves 18 de diciembre hacia el Congreso de la Nación, coincidiendo con el debate del Presupuesto en la Cámara de Diputados. La protesta estará centrada en el rechazo al proyecto de reforma laboral que comenzó a tratar la Cámara Alta.
Gerardo Martínez, jefe de la UOCRA y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, adelantó que también se convocará a un plenario de delegaciones regionales para delinear un “programa de acción” y dar inicio a lo que calificó como “una etapa de resistencia con propuestas”. El dirigente remarcó que la CGT ya está trabajando “a full” para organizar la respuesta gremial y sostuvo que la modernización laboral seguirá siendo un eje de disputa en las próximas semanas.
La reunión de la CGT
Según informaron fuentes oficiales, cerca de las 12 comenzó la reunión de la "mesa chica" del organismo, para luego pasar a la reunión ampliada. Además, confirmaron que ya llegó a sus manos la reforma y la estan analizando junto a abogados.
Como contó Ámbito, el encuentro llega en un clima áspero. Fuentes sindicales confirmaron que el bloque mayoritario de la central expresó un rechazo abierto al borrador que el Ejecutivo trabaja desde hace semanas. La discusión interna se reavivó luego de que Gerardo Martínez, tanmbién , se ausentara de la última reunión del Consejo de Mayo, donde el Gobierno expuso las conclusiones preliminares de su propuesta para enviar al Congreso en extraordinarias y durante 2026.
Cristian Jerónimo marcó la cancha al advertir que la iniciativa oficial “es regresiva” y que no existe voluntad de generar un ámbito de negociación real. El dirigente del Sindicato del Vidrio insistió en que, sin una mesa formal con representación del mundo del trabajo, la CGT no acompañará ningún cambio que retroceda derechos adquiridos. Su postura anticipa el tono que dominará la reunión de este jueves.
Reforma laboral: demora en el Gobierno y visita de la CGT al Congreso
Legisladores nacionales del peronismo mantuvieron este miércoles un encuentro con dirigentes de la CGT para analizar la reforma laboral y la situación de los trabajadores del citrus y del sector avícola en Entre Ríos.
Guillermo Michel, Gustavo Bordet, Blanca Osuna, Marianela Marclay y Adán Bahl visitaron la sede del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio, donde se reunieron con los referentes sindicales Jorge Sola (Seguro) y Cristian Jerónimo (Vidrio), integrantes de la nueva conducción de la Confederación General del Trabajo, además de los dirigentes Carlos Molinari (Carne) y Pablo Flores (AEFIP).
También intercambiaron posiciones sobre la reforma laboral impulsada por el gobierno nacional y el rol que asumirá la central obrera. Además, evaluaron el impacto del aumento de los gastos fijos en el poder adquisitivo de los salarios.
En ese marco, Michel señaló que “una reforma laboral por sí sola no crea empleo; para generar puestos de trabajo se necesita un proceso de crecimiento económico sostenido que proteja y promueva la industria y la producción nacional”.
Finalmente, agregó: “Es indispensable revisar el costo tributario del empleo registrado al pensar una reforma que amplíe derechos, fomente el crecimiento, reduzca la informalidad y se adapte a las nuevas formas de trabajo. Es necesario avanzar hacia una segmentación por sector y región”.
En paralelo a las 17, la cúpula de la CGT fue invitada al Congreso por el bloque de senadores del PJ, que busca analizar el contenido de la reforma laboral y tomar nota del diagnóstico sindical antes de que el proyecto llegue a la Cámara alta. La convocatoria agrega presión sobre el Gobierno, que aún no define cuándo hará público el texto definitivo.
Mientras tanto, en los pasillos oficiales crece el desconcierto. En la Casa Rosada admiten que la publicación de la reforma laboral se demora más de lo previsto. Según trascendió, el Ejecutivo revisa artículos sensibles y evalúa el impacto político de cada modificación, un proceso que viene estirándose pese a los compromisos iniciales de avanzar rápido. La dilación ya generó gestos de impaciencia en la CGT, que sigue de cerca cada movimiento del Gobierno.
La jornada de este jueves, con la reunión interna en Azopardo y la visita al Congreso, se perfila así como un punto de inflexión. La central obrera busca ordenar su estrategia frente a un proyecto que, aseguran, no fue discutido con quienes representan a los trabajadores. El Gobierno, por su parte, intenta calibrar el anuncio mientras enfrenta el riesgo de que la tensión sindical se consolide antes de que el debate legislativo comience.
Asi es el proyecto de reforma laboral del Gobierno
La propuesta presentada por el Poder Ejecutivo reescribió aspectos centrales de la legislación laboral vigente: define nuevas reglas para vacaciones, introduce la figura del banco de horas, modifica criterios de indemnizaciones, redefinió el régimen de despidos e incorpora cambios en procedimientos judiciales y administrativos vinculados al mundo del trabajo.
La reforma, según explicaron en el oficialismo, procura establecer un marco moderno que impacte sobre los sectores público y privado, generando lo que describen como un “reordenamiento” de la relación laboral.
El propósito declarado es adaptar la normativa a un esquema más flexible e incorporar herramientas consideradas “actualizadas” por los redactores del proyecto.


