A más de un mes del proyecto “Cero Kilo” uruguayo, que prohíbe a los habitantes de ese país comprar mercadería en Argentina, las ventas en las ciudades fronterizas cayeron abruptamente, al igual que la prestación de varios servicios que también se veían beneficiados por la presencia de extranjeros.

Un fuente de la AFIP dijo a El argentino que el tránsito de uruguayos sobre el puente Internacional “General San Martín” disminuyó más de un 50 por ciento, lo que marca un abrupta disminución en relación a los valores del verano.

“Desde el día que se impuso la medida hasta hoy el transito es menor en valores importantes. Durante los feriados uruguayos el movimiento es algo mayor, pero en general estamos lejos de lo que ocurrió a principio de año” dijo.

Debido a la diferencia con el dólar hubo un aluvión de visitantes que creció de manera considerable a fines del 2012 y en el primer trimestre de 2013. La situación provocó quejas de los centros comerciales de Paysandú y Salto, lo que obligó al gobierno uruguayo a impedir el cruce de mercadería.

“Dejaron de entrar muchos autos y se redujo el flujo. Ahora pasan más turistas. Antes lo hacían los que se dedicaban al comercio, pero todo esto se da a partir del “Cero kilo” de ellos. Se calcula que ahora pasa un 20 por ciento menos que antes”, declararon desde uno de los puestos fronterizos en Concordia.

Agregaron, también, que “ahora los fines de semana largos aumenta mucho la circulación por el paso, pero solo por turismo. Por lo general, en estos momentos pasan muy pocos y ya no las mismas personas varias veces al día”.

En Gualeguaychú la presencia de ciudadanos uruguayos es sensiblemente menor. No obstante, rubros como el textil, automotriz o gastronómico, se siguen beneficiando –en menor medida- con aquellos que siguen apostado por la ciudad.

“El cruce de mercadería casi no existe. Y muchos ni siquiera llegan a Gualeguaychú. Esto afectó a todo el comercio aunque haya rubros que tengan alguna ventaja sobre el resto” explicó un comerciante.

Funcionario comprometido

Un auto oficial de la Junta de Canelones, en el que viajaba su secretario general Juan Ripoll, fue detenido en la frontera entre Concordia y Salto y se le retiró mercadería. El jerarca dijo que lo comprado no valía más de 400 pesos.

Entre los integrantes de la delegación estaba el secretario general de la Junta canaria, Juan Ripoll, ex edil del Frente Amplio y ex director general de Recursos Financieros de la Intendencia en la primera administración de Marcos Carámbula (2005-2010).

Pero además de Salto, la camioneta con Ripoll, un abogado, un escribano y un chofer cruzó hasta la ciudad argentina de Concordia, donde no había misión oficial a cumplir.
Al regreso a Salto, personal de Aduanas revisó el vehículo e incautó mercadería que traía Ripoll, debiendo el funcionario firmar un acta, informó el edil nacionalista Alejandro Repetto.