Bergoglio afirmó que deben "unir esfuerzos” y que para eso “las estrategias y las competencias” deben ser acompañadas “por la compasión evangélica, por la proximidad con los hombres y mujeres que son víctimas de este crimen". En la lucha contra la trata el empeño de las fuerzas de policía y el de los operadores humanitarios, en particular de la Iglesia Católica, "pueden y deben marchar juntos", dijo el sumo pontífice.
"Están aquí reunidas autoridades de policía, empeñadas sobre todo en contrastar este triste fenómeno con los instrumentos y el rigor de la ley" y "operadores humanitarios, cuya tarea principal es ofrecer acogida, calor humano y posibilidad de recuperación a las víctimas", dijo.
"Son dos enfoques distintos, pero que pueden y deben marchar juntos", observó, concluyendo que "dialogar y confrontar a partir de estos dos enfoques complementarios es muy importante. Por este motivo encuentros como este son de gran utilidad, diría necesarios".