Por Sabina Melchiori desde Gualeguaychú,
especial para ANÁLISIS DIGITAL

La ampliación de la planta de Gualeguaychú empezó a ser una necesidad a partir del aumento de la producción de las empresas del Parque, que en la actualidad son treinta, y que si bien muchas hacen un proceso previo de tratamiento de efluentes, el volumen total supera ampliamente la capacidad de la planta. Por eso, la Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú, como administradora del Parque Industrial, comenzó a gestionar la obra ante el Estado. En 2013 la empresa paranaense Szczech & Szczech, una de las más favoritas del urribarrismo, resultó adjudicataria, pero recién a mediados de 2015 se comunicó tanto el comienzo como la prórroga del plazo de finalización. El objetivo era llevar la capacidad de proceso de efluentes a 250 metros cúbicos por hora, cien mil litros más de capacidad que la planta actual, y, además, cambiar el destino del volcado de efluentes mediante un entubado kilométrico, que fuera desde la planta al río Gualeguaychú.

La obra de ampliación de la planta de tratamientos de efluentes industriales comenzó los primeros días de julio del corriente año, pero como el Estado dejó de enviar los fondos a la empresa constructora, el 30 de noviembre frenaron las tareas. Lo que la firma alcanzó a hacer fue la construcción de un aireador nuevo y la base del sedimentador. Pero eso, lejos de ser un punto a favor, sumó un problema, porque esa construcción se realizó donde antes estaba la playa de secado de barros. O sea, se demolió la playa de secado de barros y ahora, con la obra paralizada, no hay donde realizar esa parte del proceso, imprescindible para que los lodos decantados sean secados y llevados a deposición final a un lugar seguro, destinado para ello.

El resultado es una planta excedida en su capacidad de tratamiento de volumen de efluentes -en un 30 %, o más, según reconoció el presidente de la Corporación del Desarrollo, Pedro Darchez-, cuya obra de ampliación quedó inconclusa, y que procesa parcialmente los desechos de treinta industrias.

Consultado por el riesgo que supone esta situación, Darchez, aseguró a ANALISIS DIGITAL que desde las empresas del Parque Industrial no se vierten metales pesados. “Con secado o sin secado de barros, no hay metales pesados, y esto surge de los controles que hace el municipio, la provincia y nosotros todos los meses. Los residuos sólo son orgánicos. Si se llegara a encontrar plomo en el río, no es del Parque Industrial”, indicó.

Darchez también adelantó que la próxima semana comenzarán a construir una playa de secado de barros alternativa, con fondos derivados del Parque Industrial, obra para la cual el Municipio de Gualeguaychú se hará cargo del movimiento de suelos. Con esta playa alternativa se podrá realizar el proceso de tratamiento de efluentes en su totalidad, pero de todos modos, la planta seguirá trabajando por sobre su límite de capacidad.

Una obra paralela y complementaria a la ampliación es el cambio de volcado de los efluentes. Comenzó a fines de 2012, duró todo el 2013 y también se encuentra paralizada. Esta obra había sido sugerida por el Foro Ambiental (conformado en gran medida por integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental), para que los efluentes del PIG, una vez tratados, sean evacuados al río Gualeguaychú, aguas abajo de la toma, por ser este un receptor más grande que la cañada Melgar. “Lo ideal es que el caudal del receptor sea, como mínimo, diez veces mayor al caudal del efluente”, explicó, Carlos Goldaracena, bioquímico e integrante del Foro Ambiental, como así también de la Asamblea Ciudadana y Ambiental de la ciudad. A esta obra de entubado le faltan tres tramos: 120 metros bajo la Autovía 14, 70 metros bajo la Avenida Irazusta, en su cruce con calle de las Tropas, y 350 metros en una chacra privada.

En definitiva, cada hora se evacúan a la Cañada Melgar 140.000 litros de agua con residuos industriales que fueron tratados parcialmente y en una planta colapsada, que luego derivan al arroyo Gualeyán, para finalmente desembocar en el río Gualeguaychú, mil metros aguas arriba de la toma de agua de Obras Sanitarias.

Días atrás, en una reunión en la sede de Corporación del Desarrollo, el ex intendente de Gualeguaychú y ahora diputado provincial del oficialismo provincial, Juan José Bahillo, dijo que “una de las definiciones políticas del gobernador Gustavo Bordet, es que prácticamente no se licitarán nuevas obras, hasta que no se hayan concluido las iniciadas”. Por su parte, Darchez informó que “desde Corporación hemos solicitado informes de reinicio de obra ante la Municipalidad, la Provincia y la Nación, y en el último tiempo lo hicimos junto al Foro Ambiental para hacer ver que esto es una necesidad, esto no puede esperar”.