Mosqueira, prisionero de la mala hora

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Exclusivo: un aspecto poco conocido del asesinato de Urquiza

Claudio Cañete

Una investigación del doctor Jorge Adolfo La Rosa, residente en la ciudad de Reconquista, aporta un nuevo análisis sobre los episodios acaecidos el 11 de abril de 1870, cuando asesinaron al general Justo José de Urquiza. En su libro Él no mató al general Urquiza este abogado y juez retirado efectúa un estudio jurídico procesal sobre el juicio que se realizó al único procesado por este hecho: el capitán José María Mosqueira. En su publicación, La Rosa indaga y muestra que Mosqueira no fue la mano matadora del vencedor de Caseros, aunque participó de los sucesos aquella noche, y pone en evidencia otros entretelones en los que aparecen las verdaderas responsabilidades y operaciones de ocultamiento. ANALISIS presenta parte de este material exclusivo y una entrevista con el autor.

El 11 de abril de 1870, lunes de Semana Santa, aproximadamente a las 19.30 fue asesinado en su residencia campestre el gobernador y capitán general de la provincia de Entre Ríos, don Justo José de Urquiza. Por este homicidio el único inculpado fue el capitán don José María Mosqueira. El juicio se tramitó en el Juzgado del Crimen de Concepción del Uruguay. En su escrito, el imputado de este homicidio se presenta así: “José María Mosqueira preso en la cárcel pública de esta ciudad por haber tomado parte del glorioso movimiento revolucionario, que dio por tierra en Entre Ríos con la más sangrienta y brutal tiranía...”. ¿Crimen premeditado o revolución con tiranicidio? ¿Mosqueira, inocente o culpable? Este libro trata sobre la trágica noche del lunes, sobre el proceso criminal al único inculpado y sobre las consecuencias de la intervención federal a la provincia de Entre Ríos a raíz del asesinato. La tesis del doctor Jorge Adolfo La Rosa -que se vislumbra desde el título mismo de su obra- sostiene que la figura de Mosqueira aparece sindicada como la mano matadora de la partida de hombres que ingresó al Palacio San José, como parte de una compleja maniobra que buscaba un chivo expiatorio. A partir de esto, el propio autor explica en diálogo con ANALISIS que realizó un estudio jurídico procesal sobre el juicio y lo encaró desde el mundo del derecho procesal, es decir de pruebas fehacientes. De esto trata Él no mató al general Urquiza.

La Rosa se va atrás en el tiempo e indaga en los pormenores de las publicaciones periodísticas de aquellos días y en las páginas del expediente de la causa archivada un siglo atrás, cotejando todo con otras investigaciones y libros que han tocado este tema lateralmente. La inocencia de Mosqueira, según el autor de este libro, también comprende la contundente confirmación de una revolución encabezada por Ricardo López Jordán (de la cual Mosqueira formaba parte) que deja para el debate si la revolución incluía o no el asesinato de Urquiza. Lo cierto es que Mosqueira, según la investigación, no disparó tiro alguno sobre Urquiza, ni fue quien le dio muerte una vez que el caudillo cayó al piso. Es entonces que en el relato historiográfico de los hechos irrumpen las figuras de Nicomedes Coronel, el capitán Álbarez (sic) Facundo Teco y el teniente Minué comandados por el coronel Luengo, que son quienes ingresan por el Patio de Honor donde se encontraba Urquiza y quienes lo terminan matando, después de pegarle un tiro en la cara y cinco puñaladas que Coronel le aplicó en la zona del corazón. Mosqueira estaba en un patio posterior haciendo guardia mientras el resto de la numerosa partida se enfrentaba con un destacamento de infantes a pocos metros y cubría otros puntos estratégicos del Palacio San José. Según las versiones favorables a Mosqueira, éste no fue quien mató a Urquiza -aunque formó parte de la rebelión- y más bien fue el responsable de que la familia de Urquiza, funcionarios y amigos de éste no sufrieran daños mayores y muerte por parte de sus compañeros de armas enardecidos por el episodio de violencia.

De todas formas, días después Mosqueira fue detenido como el autor de la muerte de Urquiza. La familia del vencedor de Caseros lo acusa y lo indica como el autor material de los tiros. Seguido a esto, la intervención federal del Ejército Nacional, mandado por el presidente Domingo Faustino Sarmiento -estando ya preso- lo retuvo y lo juzgó en carácter de detenido por rebelión ante una autoridad provincial, sumando a la acusación de los familiares de éste, como partícipe de su muerte.

El doctor La Rosa recoge rigurosamente todas las versiones que hay de los movimientos de los rebeldes en la noche del 11 de abril. De esta forma ubica a Mosqueira lejos del punto de acción y lo coloca solamente en los episodios posteriores, cuando tranquiliza a los familiares de Urquiza e impide que asesinen a uno de sus ministros y al profesor de piano que estaba allí. Realiza además un insert en el libro, con una serie de planos que grafican estas versiones para una mayor comprensión del lector sobre lo que intenta explicar.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Deportes

Malvinas sacó ventaja en el encuentro de ida de las semifinales.

San Benito ganó sus dos primeros partidos y lidera la Liga Femenina.

El "Pingüino" venció a Oro Verde en el clásico y marcha segundo en la tabla.

Defensores de Pronunciamiento ganó por 3-1 jugando como local.

El "Fortín" celebró la clasificación a la final en los vestuarios.

Werner se quedó con la victoria y ahora lidera el campeonato.

Ochoa se quedó con la cuarta final de la temporada en el TC Pista.

En el duelo por la fase regular acabaron empatados 0-0.

Opinión

Por Selva Almada (*)
Por José Federico Mastaglia (*)  

(Foto ilustrativa: Cedoc)

Cultura

Un espacio de salud mental pensado para adolescentes y jóvenes.

El beneficio es en el marco de plan federal FortalecER Teatro.

La actividad se realizará el próximo lunes en la FCEDU.