Para el trabajo de los privados, la comuna previó un presupuesto de 150.000 pesos por mes a lo largo de un semestre. Es decir, un total de 900.000 pesos: unos 150 pesos por pozo si el monto se divide por seis mil baches. El número (150) es un promedio, pues ni las medidas ni las situaciones son estándares.
La intención es que la empresa empiece a trabajar a mitad de mes y la prioridad serán las calles con mayor tránsito y los principales corredores de la ciudad. Así lo indicó Clivio, quien explicó que la tarea de los privados consistirá en bacheo en frío y en caliente, obra que se complementará con la que viene realizando el área de Conservación Vial municipal.
La idea –añadió el funcionario– es "poder mantener (con el trabajo en conjunto) las calles, conservar el estado de las carpetas" ante la época que se avecina, que suele ser lluviosa, dijo.
La modalidad –de tercerizar los arreglos– ya se implementó el año pasado, recordó el subsecretario. También se aplicó en el último tramo de la gestión de Julio Solanas, como una forma de atender la elevada demanda generada a partir del mal estado de la trama vial.
En cuanto a las causas de las roturas del asfalto, Clivio mencionó el uso y la antigüedad de las carpetas, las pérdidas de caños de agua y cloacas y las lluvias. Según el funcionario, el plan que se encarará ahora persigue el objetivo de preservar las carpetas, pues "bachear sale más barato que repavimentar", explicó.