En el primer tiempo, los de Gustavo Alfaro tardaron un poco en acomodarse ante el tibio ímpetu inicial de los de Omar De Felippe, pero después gozaron de la inoperancia de su rival, sacaron provecho de las apariciones de Juan Pablo Caffa y sobre todo de Adrián González, dominaron y tuvieron muchas chances, gracias a las cuales liquidaron tempranamente el pleito.
Sólo un cabezazo de Néstor Bareiro rompió al principio con la hegemonía local. Después, un Laureano Tombolini de rol vital pese a la derrota apareció dos veces frente al peligroso Mauro Óbolo, una vez tapándole un cabezazo y en otra un mano a mano, mientras que Pablo Aguilar también desperdició de cabeza la apertura del marcador.
Hasta que, a los 37 minutos, se le abrió el arco al del Viaducto. Gustavo Blanco Leschuk buscó de cabeza hacia su izquierda a Óbolo desde el corazón del área, a éste le ganó su marcador pero en el rebote consiguió conectar el balón desde la izquierda para que ingresara en el segundo palo.
Después, Tombolini volvió a trabajar ante un buen cabezazo de Aguilar y Caffa lo tuvo con un remate apenas desviado. Hasta que, a los 42 minutos, un córner desde la derecha fue captado de volea en el medio del área por Lisandro López y su sablazo se metió a la izquierda del arquero.
En el complemento, Arsenal se dedicó a administrar fuerzas y jugar con la obligación y la apatía futbolística de Olimpo. Blanco Leschuk estuvo cara a cara con Tombolini pero ganó el uno, Federico Domínguez pegó un tiro en el travesaño y el ingresado Martín Rolle exigió a Cristian Campestrini en el mejor momento visitante; luego López remató cerca en la respuesta y por último Julio Furch volvió a toparse con Campestrini.
Poco más pudo hacer Olimpo que esas aproximaciones estériles. Ahora se quedó con toda la preocupación, mientras sus rivales en la tabla de promedios respiran. La alegría era de Arsenal, que además se sabe con chances de meterse en la Sudamericana, señala TyC Sports.