Los comicios nacionales no dejan de ser paradójicos, ya que finalmente nadie tendrá internas porque todos los partidos tienen un solo candidato a presidente, por lo que de interna tiene muy poco. Así, las elecciones primarias nacionales serán algo así como una primera vuelta que, con un piso muy bajo, dejaría afuera a aquellos sectores con menos caudal de votos.
La duda que se planteó desde que el gobernador Sergio Urribarri decidió que en la provincia las internas se hicieran el mismo día que las nacionales, es cómo votar.
¿En la misma escuela o en escuelas diferentes? Si es en la misma escuela, ¿en la misma mesa o en mesas separadas? Si es en la misma mesa ¿en el mismo cuarto oscuro? ¿Con dos sobres o en el mismo? ¿Con dos urnas o en la misma?
Según publicó Uno, el Tribunal Electoral ya tiene a su disposición el dictamen sobre el tema y esta semana lo resolvería.
En función del ahorro de recursos económicos y humanos, ambos comicios se votarían con las mismas autoridades de mesa. Pero las dudas arrancan en la posibilidad de unificar urnas, sobres y boletas.
Parece evidente que en ese orden creciente se induciría a que una enorme cantidad de gente que concurre a participar de la elección obligatoria, también lo haga en la provincial. Usando un mismo sobre o una misma urna, el recuento de votos sería más complicado.
El caso extremo sería que se autorice una sola boleta, que incluya candidatos nacionales y provinciales, lo que implicaría una ventaja muy clara para los candidatos oficiales de cada partido, que pudieran pegar su cuerpo electoral al de una referencia nacional o provincial, en desmedro de los “no oficiales” de cada uno de esos partidos.
Hasta el momento la puja parece plantearse con fuerza entre el oficialismo y el radicalismo, por lo que no resultaría extraño que los primeros pretendan unificar todo (escuela, mesa, urna, sobre y boletas), mientras que los segundos reclamen la separación incluso de las escuelas donde se votará ese día.
A 56 días de las elecciones, parece que ya es el momento de contar con esta certeza, la que establezca equilibrio entre pretensiones diferentes, en el marco del respeto a las leyes vigentes.