En un operativo realizado en la zona conocida como Cuay Grande en cercanías de la localidad de Santo Tomé (Corrientes), Gendarmería Nacional secuestró un cargamento de estupefacientes que eran enviados por encomiendas desde Puerto Iguazú hasta la ciudad de Monte Grande, provincia de Buenos Aires. Los paquetes incluían cogollos de marihuana, más de 24 mil pastillas de éxtasis y casi un kilo de cocaína rosa.

Fuentes federales informaron que la perra detectora de narcóticos Laurita olfateó las sustancias prohibidas mientras los uniformados hacían el control físico y documental de un transporte de cargas generales y paquetería que había salido del norte de Misiones.

"Los envíos bajo sospecha fueron sometidos al escáner cuyas imágenes de alto contraste indicaron la presencia de sustancias cuya composición y características se asemejaban a narcóticos en distintas presentaciones", señalaron desde Gendarmería.

En ese contexto y con permiso del Juzgado Federal de Paso de los Libres detectaron 30 paquetes conteniendocasi 10 kilos de cogollos de marihuana, 24 bolsas herméticamente selladas con 24.582 pastillas de éxtasis y un último paquete de 956 gramos de una droga sintética conocida como cocaína rosa, también llamada tusi, nexus o eros, basada en la composición química del LSD, sobre la cual se agregan distintas proporciones de ketamina, éxtasis y alucinógenos.

 "Es una droga que genera efectos alucinógenos y sensación de euforia, causando un estado de nerviosismo y excitación muy elevado. Es una droga de alta peligrosidad por el alto nivel de adicción que genera y a medio plazo puede derivar en episodios de pánico, ataques de ansiedad, depresión, alteraciones emocionales y despersonalización", amplió la fuerza en un comunicado.

El magistrado interviniente ordenó que se labren las actuaciones de rigor y se proceda con el secuestro de las sustancias. En paralelo se inició una pesquisa en base a los datos que figuran en los registros de envío de las encomiendas.