Uno de los principales señalados por enfrentamientos armados entre bandas en la ciudad de Concordia y sus cómplices fueron detenidos el jueves, en el marco de una investigación que venía siguiendo los pasos de este grupo criminal. Se realizaron allanamientos y lo que más sorprendió fue el búnker que se localizó, donde guardaban armas, municiones, miras telescópicas y hasta un chaleco antibalas.
Según se informó a ANÁLISIS, el sospechoso de los hechos violentos es Santiago Cabaña, un joven de 19 años que desde los 16 se encuentra involucrado en distintos delitos. Cuando era menor, era utilizado por narcos para sus disputas territoriales y del negocio de drogas, principalmente por Andrés Alejandro Arce, el líder de “La banda de los millones”, como él mismo la había bautizado en un grupo de WhatsApp.
Tras la caída de este jefe narco, Cabaña montó su propio emprendimiento de drogas y armas. Con experiencia, audacia y más astucia, tuvo un crecimiento fenomenal en poco tiempo: armó su banda y recaudó mucho dinero, que los investigadores pudieron observar en vehículos y viviendas adquiridos en este tiempo.
La causa llevada adelante por la fiscal María Clara Mondragón y por la Jefatura Departamental Concordia, en particular la División Criminalística e Investigaciones, logró reunir evidencias que incriminaban a cabaña y a dos de sus cómplices, Ulises Lower y Leonardo Pintos, en delitos fundamentalmente relacionados a las balaceras.
En los cinco allanamientos se detuvieron a los tres sospechosos y se logró localizar una vivienda precaria, ubicada en la zona noroeste de Concordia, que era utilizada como búnker para guardar armas, cartucherías y chalecos antibalas. En ese lugar arrestaron a dos hombres, que actuaban como vigiladores del lugar: se cree que les pagaban dinero o con droga para aguantar allí el armamento.
Los tiratiros iban a esa vivienda, agarraban las armas, se dirigían a donde estaban sus rivales, disparaban y regresaban allí para dejarlas.
Los elementos secuestrados en los procedimientos fueron: celulares, cartuchos calibres 22 largo y 9 milímetros, tres fusiles con miras telescópicas, una escopeta calibre 12/70, un equipo de comunicación (HT y cargador), una balanza de precisión, dos pistoleras, un porta almacenes cargadores de pistola, dos almacenes cargadores calibre 9 milímetros, una pistola 9 mm. con numeración limada y un chaleco antibala con sus correspondientes paneles balísticos. También hallaron la suma de 1.014.000 pesos y 500 dólares.
Cabaña, además de enfrentarse a tiros con sus rivales, prestaba o alquilaba las armas al clan de los Vargas, un grupo de narcomenudeo históricamente enfrentado a los Monzón, referentes de la Uocra de Concordia que fueron detenidos y recientemente condenados por los mismos delitos de violencia relacionada a la disputa por drogas.