La secretaria general de la Seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Susana Cogno, analizó la protesta que lleva adelante la docencia entrerriana en reclamo de apertura de paritarias y repasó las graves condiciones que acarrea el sistema educativo.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Cogno dijo que la desconexión virtual “es una medida posible” aunque admitió que “es imposible de medir su acatamiento, porque al trasladarse todo el ámbito educativo a la casa de cada uno de los 44.000 trabajadores es un desafío: pensar la medida es un desafío y ejecutarla también”.

“Sabemos que no hay otra opción, nuestra principal herramienta de lucha es la huelga y la toma de resoluciones es en las asambleas pero hoy no podemos llevar adelante ninguna otro tipo de acciones porque además que tenemos prohibido por un decreto nacional del Ministerio de Trabajo llevar adelante cualquier tipo de reunión que involucre convocatoria”, explicó.

Reiteró que “no se puede medir el nivel de adhesión, pero llevamos adelante el proceso de discusión con los delegados que son la correa de transmisión con los compañeros pero la desconexión virtual es la única medida posible” y cuestionó que “el Estado no se hace cargo de convocarnos a la discusión que es urgente y extremadamente necesaria porque hace seis meses que el gobierno de la provincia de Entre Ríos no toma carta en el asunto de que los trabajadores estamos sosteniendo el sistema con lo poco que tenemos y que esos recursos que teníamos en marzo son los mismos que tenemos ahora en septiembre porque el proceso inflacionario y la depredación del salario nos hace imposible garantizar hasta el pago de la cuota de Internet”.

“A todo el esfuerzo lo estamos poniendo los trabajadores sin que (el gobernador Gustavo) Bordet convenga a sentarse a dialogar con nosotros sobre cuáles serían las discusiones que podríamos llevar adelante en lo salarial fundamentalmente pero también, y sobre todo, para garantizar la continuidad del sistema educativo. Estamos en manos de la voluntad de los trabajadores y de hecho, la desconexión virtual significa eso: que cada trabajador deje de poner a disposición del sistema público sus herramientas personales: el teléfono, la computadora, la Internet, las fotocopias”, describió la dirigente sindical.

Remarcó que en este tiempo “desde lo virtual hemos tenido que desarrollar con muchísimo esfuerzo que el sistema educativo pueda garantizar, al menos el primero de los lazos que es el vínculo” y planteó que “hay familias completas en la brecha digital, y la brecha digital es la desigualdad, es la falta de oportunidades y a esto el gobierno lo sabe no es desde ahora que estamos en pandemia, esto era un reclamo anterior porque ya veníamos diciendo que el sistema educativo está atravesado por muchas desigualdades”.

“Estamos siendo parte de un sistema educativo profundamente injusto y desigual y lo único que en algún momento llega a igualar es el trabajador en la escuela y con el estudiante”, resumió.

Infraestructura deficiente

Consultada por el estado de las escuelas al término de la pandemia, Cogno aseguró que “la situación va a ser terrible, primero porque no se ha podido sostener, ni siquiera, la garantía elemental mínima de la higiene dentro de los establecimientos educativos y segundo porque el gobierno no toma en cuenta que no alcanza con arreglar cuatro o cinco escuelas y que la inversión debe ser sostenida en materia de infraestructura”.

Como ejemplo, lamentó que “estamos desde 2010 en una paritaria de infraestructura para garantizar las condiciones más elementales, ya hace una década y tenemos más reclamos que cuando empezamos porque no se cumplen las normas de seguridad e higiene que son básicas para cualquier edificio público”.

A ello, sumó que “este estado prácticamente de desocupación que se vive desde hace seis meses se agravó la situación, especialmente en Paraná porque es donde el foco de la pandemia genera mayores dificultades y los trabajadores no están asistiendo a las escuelas”. “Si bien al principio los equipos directivos podían garantizar la entrega de viandas, en este momento solamente están las escuelas en obras que no alcanzan a ser 10 en todo el Departamento Paraná”, agregó.

Informó que “hace 40 días se hizo un relevamiento de la situación de las escuelas en el Departamento y se constataron serios problemas” y detalló como ejemplo que “la escuela Záccaro de Los Constituyentes está sufriendo hundimientos, desprendimiento del techo y no tiene agua; la escuela 170 de Colonia Avellaneda está en refacción porque los sanitarios están en pésimas condiciones desde antes de la pandemia; hay escuelas con tanques de agua obsoletos que no se pueden usar, porque no tiene tapa y las palomas mueren adentro”.

El proceso de evaluación

Sobre los anuncios en cuanto a las evaluaciones para aprobar el año, la dirigente explicó que “en el sistema educativo la evaluación es parte del proceso, y aunque no estemos presencialmente en la escuela cuando se trabaja se va evaluando porque el vínculo con los alumnos es parte del proceso”.

No obstante, remarcó que “tanto el gobierno nacional como el provincial reconocen que hay un grupo de estudiantes que no se ha podido conectar ni a los cuales el docente ha podido localizar; y lo que pasa mayoritariamente en la provincia es que hay un porcentaje de alumnos que no puede responder a las consignas que se le envían y a las actividades porque no es fácil trabajar de forma no presencial, porque el estudiante necesita la explicación, porque los padres no son trabajadores de la educación y porque muchos no tienen el contexto ni las condiciones: no tienen mesa, no tienen teléfono, no tienen conectividad”.

En ese marco, refirió que “en ese contexto el criterio de evaluación tal como lo conocemos no sirve, no se puede aplicar”.

De todos modos, apuntó que “como la escuela entrerriana es ciclada, eso implica que los ciclos van en consecutivo y que los conocimientos se van articulando como un engranaje, por eso lo que han hecho es poner en bisagra los ciclos lectivos 2020 y 2021. Esto implicará que aquellos sistemas de  evaluación más convencionales se aplicarán el año que viene y mientras tanto se hará una evaluación en proceso”.

Asimismo, sostuvo que “los chicos que terminan su escolaridad en este 2020 tendrán la prioridad ante un posible retorno; los primeros que van a retornar serán los del sexto año de la primaria, que tiene articulación en cuanto a los contenidos con el primer año de la secundaria,  y el quinto de la secundaria que es más complicado porque es como una revisión de toda la escuela secundaria”.

Por último, consideró que “que las Universidades están en las mismas condiciones y tendrán que ajustar sus ciclos para poder recibir a estos chicos, quizás a mitad de año si hace falta; es una cuestión organizativa y en eso el sistema educativo es dinámico y ajustable”.