Adrián Lampazzi, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, explicó que “el movimiento de uruguayos hacia la Argentina es prácticamente nulo. Ver uruguayos en Concordia hoy es muy difícil. Puede haber uno cada tanto. Pasa que fácticamente la frontera está abierta, pero en realidad es como si no lo estuviera, porque las trabas son demasiado grandes para cruzar de un lado al otro. Solo a unas 280 personas binacionales se les ha brindado alguna forma de alivianarles el tema de los PCR, pero son casos muy puntuales”.
A su vez, comparó: “Para ir y volver de Brasil solo se piden las vacunas, nada más. En cambio, en el paso entre Uruguay y Argentina hay más restricciones. Los uruguayos no vienen porque no solo deben presentar el PCR a ingresar a la Argentina, sino otro al volver a Uruguay y otro más a los siete días. Un PCR en Uruguay vale 100 dólares aproximadamente y se les hace muy caro. De esa forma, lo que es el tránsito vecinal no se está dando; quizás sí haya alguna persona que venga a pasear una semana, pero no el día”.
En este marco, lamentó: “Los concordienses tenemos una vida en común con Salto, que hace casi dos años que está cercenada y no hay mucha voluntad del gobierno de ninguno de los dos lados de que vuelva a normalizarse”.
“Hoy en día la única defensa contra el Covid que hay son las vacunas, y tanto en Salto como en Concordia hay alto nivel de vacunación. De nuestro lado es inexplicable que haya tantas trabas para pasar al Uruguay, pero del lado uruguayo, entendemos que las restricciones son impuestas para evitar que la gente venga a consumir a Concordia”, opinó, y concluyó: “Hoy el cambio está favorable para ellos, pero quienes vivimos en las fronteras sabemos que a veces le toca a unos esta situación y a veces a otro. Si se recurre a medidas sanitarias como una excusa para facilitar trabas comerciales, es un gran problema y creo que no se toma real dimensión del tema”.
En Gualeguaychú la situación es similar. María Pía Gavagnin, presidenta del Consejo Mixto de Turismo de esa localidad, contó: “Estamos con ocupación plena y se ven muy pocos turistas uruguayos, muy diferente a como pasaba antes”.
Desde el Escuadrón 56 de Gendarmería Nacional en Gualeguaychú confirmaron que “no hay tanto flujo de vehículos que cruzan el puente” y señalaron: “Son alrededor de 240 por día los que egresan y unos 150 los que ingresan. En los demás pasos fronterizos entre Argentina y Uruguay es similar. Esto generó que no haya habido colapsos en el cruce ni demoras”. Y aclaró: “El ingreso a la Argentina se debe hacer con el PCR negativo, el certificado de vacunación y el control sanitario por parte de los agentes, que están de 8 a 20”.
Está claro que los requisitos sanitarios para cruzar a la Argentina son un freno por su costo. Y para muchos no hay dudas de que Uruguay impone esas medidas para impedir que sus ciudadanos gasten en Argentina.
Para los uruguayos es conveniente cargar combustible en Argentina, si bien en las localidades fronterizas de ese país existe una tarifa subsidiada para sostener la demanda de nafta y gasoil dentro de sus fronteras. Al respecto, Mario Amado, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, comentó: “Acá les cuesta 100 pesos el litro de nafta, cuando en Uruguay está 370, pero hay muchas restricciones para entrar al país, entonces no se nota tanto esa demanda como en lo que es las provincias del norte como Misiones, donde hasta pasan bagayeros con los bidoncitos que venden al costado de la ruta”.
Las exigencias también frenan a los uruguayos a vacacionar en la Argentina. Leonardo Schey, presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo, quien tiene un complejo de cabañas en la zona del autódromo de Concordia, mencionó: “En mi caso en particular he tenido varios huéspedes brasileños, pero más que nada de cruce, que iban hasta el sur del país, pero uruguayos ninguno”.
(El Entre Ríos)