La disputa entre la exbotinera Wanda Nara y el futbolista Mauro Icardi está en su peor momento. Tras más de tres meses de su separación oficial, la relación entre ambos se convirtió en un tema de atención mediática constante.
Según fuentes cercanas a la situación, el conflicto comenzó cuando Icardi regresó a la Argentina tras una lesión y se instaló en el departamento que comparte con Wanda en el edificio Chateau Libertador, sin su consentimiento. Esto generó una discusión acalorada entre los dos, con gritos, maltratos y mucha tensión.
Ante esta situación, Wanda optó por retirarse y se fue a alojar en su casa en Nordelta. Luego, a través de su abogada Ana Rosenfeld, formalizó la denuncia contra Icardi por "atentado y resistencia a la autoridad" y violencia de género. Las autoridades iniciaron una investigación sobre el caso y se confirmó que una cámara de seguridad captó los momentos de pelea entre ambos.
El motivo principal detrás de este conflicto parece ser la custodia de las hijas de la pareja, Francesca e Isabella. Icardi habría expresado su intención de llevarse a las niñas, lo que intensificó aún más la disputa y el enojo de su expareja. Wanda, por su parte, manifestó la intención de mantener la custodia de las menores.
La situación se tornó compleja debido a las acusaciones y las implicaciones legales de la denuncia presentada. La empresaria optó por no hacer comentarios públicos sobre los detalles específicos de la denuncia, pero sí se demostró firme en su postura.
Este enfrentamiento no solo los involucra a ellos sino que tiene otro nivel de gravedad al caso, ya que las menores presenciaron el conflicto en el departamento. La investigación sobre el caso continúa y se espera que se tomen medidas para proteger a la víctima de violencia de género.