Desde hacía meses “Coto” Medrano estaba escondido en Victoria. De acuerdo a sus familiares, estaba amenazado. Por la pandemia de Covid-19 decidió regresar al norte de Rosario.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.