"Cancún está a un paso de la normalidad porque todo lo que refiere a seguridad está muy controlado”, dijo el paranaense Cristian L´Home, quien vive allí hace 15 años.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.