Elba Benítez de Goiburú, esposa del reconocido militante paraguayo Agustín Goiburú, quien fue secuestrado en Paraná en 1977 en plena dictadura militar y durante su exilio en Argentina, a instancias de la dictadura del General del Ejército de Paraguay, Alfredo Stroessner, aseguró que la ausencia de su marido “es una amputación sangrante”. En el recuerdo de lo vivido en aquellos años destacó la “solidaridad y el amor” que recibió del pueblo entrerriano durante su paso por la capital provincial y comentó que el dictador paraguayo “había pedido la cabeza de Agustín Goiburú y eso le entregaron, pero de sus restos no se sabe absolutamente nada hasta hoy”.
Perseguidos por el llamado “brazo largo” de Stroessner, líder del Partido Colorado, la familia Goiburú vivió exiliada en nuestro país desde 1969. “Emigrando por diversos lugares del país, nos radicamos en Posadas, Misiones, donde lograron secuestrar a Agustín y Rolandito”, contó Elba en el programa A Quien Corresponda emitido por Radio Del Plata Paraná . Su hijo Rolando tenía entonces 11 años y fue liberado en Encarnación desde donde llamó a su madre para avisarle lo ocurrido. Del paradero de su marido supo tres meses después. “Era terrible, nunca creímos que Argentina se pondría a disposición de un tirano como ése”, relató.
En 1975, Agustín Goiburú logró escapar junto a otros detenidos por un túnel de 70 metros que realizó lentamente con una cuchara y logró asilo político del gobierno de Salvador Allende, en Chile. En ese mismo año, tras un nuevo paso por Posadas, llegó a Entre Ríos con su familia y a partir de allí comenzó a trabajar en el Hospital “San Martín” y en el Sanatorio “Rivadavia” de Paraná.
Recordando aquellos tiempos, Elba aseguró que vivieron “años felices por la solidaridad y por el amor de los entrerrianos hasta el 9 de febrero de 1977, cuando Stroener llegó hasta allí comprando a las autoridades entrerrianas y secuestraron nuevamente a Agustín”. Sobre el hecho, destacó que “fue denunciado por la solidaridad de los ciudadanos y de los compañeros médicos y amigos abogados de Agustín que se pronunciaron en contra de su detención ilegal” y aseguró: “No conocíamos el famoso Plan Cóndor, consistente en la detención y entrega de exiliados políticos a su país natal”.
“Después de la caída del dictador paraguayo y de esos años de terror, supimos que Stroessner había pedido la cabeza de Agustín Goiburú y que eso le entregaron, pero de sus restos no sabemos absolutamente nada hasta hoy”, relató la mujer tras lo cual comentó que se enteró de dicha información “porque se encontraron fotografías de la vivienda en que vivíamos (avenida Rivadavia, en cercanías a la Escuela N° 1 Del Centenario) y de cartas de personajes paraguayos que se comunicaban con dictadores argentinos”. Se refirió al denominado Archivo del horror donde se detallaban los planes de inteligencia del gobierno de Paraguay, que fue descubierto en 1993.
En tanto, aseguró que luego de la desaparición de su esposo encontró “anotaciones de chapas de vehículos que lo seguían” lo que la llevo a darse cuenta que “era controlado totalmente”. Además, estimó que la dictadura paraguaya tomó conocimiento de que los Goiburú vivían en Entre Ríos “porque habían secuestrado a Rogelio, de 15 años, que estudiaba medicina en Corrientes y Agustín se presentó para reclamar la restitución de su hijo”. “Exactamente un mes después lo secuestraron en Entre Ríos”, agregó. Finalmente, aseguró que la ausencia de su marido “es una amputación sangrante” que posee.