El diputado nacional sostuvo que “hubo un crecimiento económico que se tradujo en una mejoría social muy importante” y luego agregó: “Creo que también la crisis económica mundial instaló la idea de que estamos blindados”.
“Por el lado nuestro, no habremos garantizado la confianza necesaria para que la mayor proporción de ciudadanos considere que somos una alternativa superadora”, indicó.
En su autocrítica, también dijo: “Probablemente no transmitimos bien nuestras propuestas. No hay coincidencia entre lo que son prioridades para nosotros y lo que son para la mayoría de la sociedad”, añadió.
Con respecto a la alianza con Francisco De Narváez, el legislador comentó que “procuraría comunicarlo de otra manera” y recordó que desde la Unión Cívica Radical (UCR) trabajaron durante “mucho tiempo para sellar un acuerdo con el socialismo y el GEN”.
“Si no ganamos (en octubre), cosa bastante improbable, sino imposible, el objetivo es quedar como la principal fuerza de la oposición. Otros partidos es más fácil que después se debiliten, porque no tienen el arraigo cultural del radicalismo”, indicó en declaraciones a Perfil.
Además, remarcó que “no es paranoico decir que hay que tener cuidado con el equilibrio del poder”.
“Si tenemos en cuenta que ese partido (por el Frente para la Victoria) que abusa de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que hace presupuestos truchos, que autoriza superpoderes, que se queda con el 75 por ciento de lo que recauda la Nación, que engaña con el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec), que utiliza los organismos de inteligencia para espiar a la oposición, no es paranoico decir que hay que tener cuidado con el equilibrio de poder”, finalizó.