Durante dos horas de show, el multifacético artista muestra en Estese confuso -una nueva versión de su espectáculo The Casero Experimendo- toda su versatilidad y talento.
La obra se compone de escenas fragmentadas, reflexiones, situaciones, pensamientos que van fluyendo y entremezclándose, y de ese embrollo de palabras inventadas, desconexiones y otras formas posibles de decir lo mismo y lo diferente surgen sensaciones y carcajadas, pero también una posición sobre la dimensión política de las máquinas, los fluidos corporales, las palabras y personajes de la vida cotidiana del ser nacional.
“Son dos horas de confusión que le va a hacer bien al balero. Invito a reflexionar estas palabras sueltas, las que no son ordenadas para su peinado, mejor diría, desordenadas descuidadamente, para que lleguen a quien deben llegar. Y a ver mi actuación a donde la veas que aparece”, describe e invita Casero, con su particular estilo.
Alfredo Casero comenzó a estudiar actuación con Norman Briski en 1987, tomó clases con William Wilcox Horne, seminarios dictados por Dario Fo y Pierre Tournier. Más tarde, comenzó a trabajar en el humor underground de Buenos Aires, en el Parakultural.
Posteriormente, llegó a la televisión con De la cabeza, programa de humor de situaciones inconexas y con la apariencia de un zapping frenético, característicos de una nueva forma de hacer humor confinada -hasta ese momento- al circuito underground. En 1993, con el programa Cha Cha Cha, que permaneció en el aire por 5 temporadas consecutivas, se ganó el reconocimiento del público con su estilo de humor caótico, que recurría al absurdo, hurgando en la memoria colectiva de la gente.