El campeón del fútbol argentino, Vélez Sarsfield, con importantes ausencias, venció este domingo con claridad a Racing Club por 1 a 0, en Liniers, y lo bajó de la punta del torneo Apertura, en un partido de la cuarta fecha. El gol que selló el inobjetable triunfo local lo marcó el volante Leandro Gracián, a los tres minutos del segundo tiempo, con un tiro libre que se desvió en la barrera y se coló en el palo izquierdo de Gustavo Campagnulo.
Después de un comienzo con dos derrotas sucesivas, el campeón recuperó el nivel del campeonato pasado e hilvanó dos éxitos: una goleada ante Gimnasia, en La Plata, y una victoria ante Racing que debió expresarse con un marcador más abultado.
El resultado cobró mayor relevancia a partir de algunas ausencias importantes como la de Marcelo Bravo, inactivo por un problema cardíaco; Lucas Castromán, suspendido y Rolando Zárate, lesionado.
Para Racing fue una tarde amarga porque además de haber perdido la punta del Apertura, el equipo desplegó un juego flaco, preocupante y demasiado dependiente de su estratega Rubén Capria.
Vélez fue un claro ganador en el partido: dominó el desarrollo en el primer tiempo y estableció una abrumadora superioridad en el complemento.
Mientras Racing mantuvo cierta consistencia en su línea de volantes, compuesta por dos externos (Mirosevic y Romero), otros dos hombres de contención (Ledesma y Simeone) más un enlace (Capria), el partido tuvo equilibrio.
De todas formas, el local expresaba superioridad con un manejo más claro de la pelota por parte de Gracián y una mejor asociación de sus hombres ofensivos.
Al comenzar el segundo tiempo, Racing contó con sus chance más clara, la desperdició con una pésima definición de Miranda ante Sessa y luego se desmoronó.
Desde entonces, el doble cinco dispuesto por Guillermo Rivarola quedó desorientado, los volantes por las bandas dejaron de pesar y el equipo quedó partido.
En contraste, -asegura Télam-, Vélez se fortaleció, de inmediato alcanzó la ventaja y asumió el control absoluto del juego con Leandro Somoza como patrón del mediocampo.
La transición de defensa a posición de ataque en el equipo de Miguel Angel Russo se realizaba con llamativa facilidad y la última línea de Racing, compuesta por tres hombres, quedó expuesta a continuos desbordes.
Hasta el final, Vélez tuvo al menos media docena de chances para ampliar un marcador que le quedó corto al partido. Entre otras, Mauro Zárate, desequilibrante pero de egoísmo excesivo, despilfarró un enfrentamiento con Campagnuolo en el área, a los 19 minutos.
En buena medida, el arquero y también los defensores Gustavo Cabral y Diego Crosa fueron responsables de que Racing abandonara Liniers con una derrota más dolorosa.