Desde ATE se recordó que “las situaciones de violencia y persecución laboral no son nuevas, sino que vienen de larga data. En este sentido se destacó que el año pasado, ante el recrudecer de esta deleznable práctica, se realizó una denuncia en el Ministerio de Trabajo, que trajo aparejado una reunión con Esparza, para que se cese de perseguir a los delegados y acosar laboralmente a
violencia y en condiciones dignas, realizan sus reclamos por las vías naturales. De aquel encuentro surgió un acuerdo que meses después fue quebrantado, reincidiéndose en las repudiables prácticas. Denigra aún más esta actitud, porque se trata de una funcionaria que proviene de extracción sindical y pertenecen a un movimiento que supo tener a la clase trabajadora como su columna vertebral”.
Asimismo, en el comunicado indicaron que “una demostración incontrastable del miedo que se instaló en el organismo fue que los trabajadores adhirieron a la medida dispuesta por el cuerpo de delegados de ATE, dejando sus puestos de trabajo mientras duró la asamblea, aunque no participaron de la misma por temor a las seguras represalias”.
Por eso, en la asamblea se resolvió “continuar reclamando para que se cese en esta deleznable práctica para intimidar y disciplinar a los trabajadores y se acordó reimpulsar las denuncias por acoso laboral que ya se hicieron ante el organismo”.