El duelo se le presentó arduo al líder, ya que enfrente tuvo a un contrincante que levantó bien alto las banderas del orden táctico y el despliegue físico. Desde su cerrado 4-4-1-1, el Pirata le cerró los caminos a Boca y le impidió elaborar juego con comodidad a Riquelme. La iniciativa y el dominio territorial fueron del local, pero sus intentos se diluyeron cuando hubo que acercarse a las adyacencias del área de Olave.
Durante los primeros 45 minutos, Boca llevó las riendas aunque maldijo su falta de profundidad. En las escasas chances de gol generadas, se contabilizaron un par de remates de Cvitanich y Clemente Rodríguez. La imagen de Román discutiendo con el línea Casas fue un fiel reflejo del fastidio del puntero en la parte inicial. Encima, Viatri se lesionó la rodilla al chocar contra un cartel de publicidad y fue reemplazado por Blandi.
La intensidad de Boca se potenció en el complemento. Belgrano defendió cada vez más cerca de su área y el contragolpe con Vázquez y Pereyra fue nulo. De la mano de Riquelme, el Xeneize intentó abrir la cancha con los laterales. Sin embargo, los caminos se achicaron por la marca del visitante. Un tiro de Román desde fuera del área sacudió la modorra a los ocho minutos, pero Olave envió la pelota al córner. Enseguida, el enganche pidió el cambio por un dolor en el talón de Aquiles e ingresó Gracián, señala TyC Sports.
Sin el crack, las ideas de Boca se empobrecieron notablemente. Los de Falcioni recién volvieron a inquietar a los 34 con un disparo de Blandi, pero el arquero reaccionó con categoría para desbaratar el mano a mano. En tanto, el pobre arbitraje de Abal -perjudicó en varios fallos al Xeneize- fue el blanco de toda la bronca de los hinchas. Y a poco del cierre Chávez y Clemente acariciaron el triunfo con sendos remates que pasaron cerca. Al anfitrión se le acabó el tiempo y dejó escapar una chance inmejorable de ampliar su hegemonía. El visitante, lejos de la Promoción, partió feliz.