Antes del cierre de la jornada comercial la empleada a cargo del comercio “Alma de Ana” sobre calle Urquiza casi Rivadavia, vio entrar a un hombre le hizo conocer su intención de robo, la llevó hasta el baño y la ató, dejándola encerrada.
A partir de allí se habría dirigido hasta la caja, donde no se sabía a ciencia cierta cuál fue la suma que el ladrón se llevó.
Después de que se retiró el delincuente, una señora que intentaba comprar vio que el cartel decía cerrado. Le pareció raro por la hora e intentó entrar, ante la sorpresa que estaba abierta la puerta preguntó si había alguien y ahí le contestó la empleada que estaba en el baño.
Fuentes policiales consultadas por Tal Cual le confiaban “no parece ser el modus operandi de un delincuente local, este es de afuera” mientras seguía relevando información en el propio local.