En la primera mitad, la ambición y la contundencia Xeneize lo llevó a golpear rápido a fondo y encaminar el trámite a su favor. Martín Palermo madrugó a todos con un cabezazo que se fue cerca y, a los tres minutos, Pablo Mouche remató desde la derecha, Nicolás Navarro dio rebote y Palermo se arrojó hacia adelante para cabecear en sus narices a la red.
El conjunto de Falcioni siguió dominando, con Cristian Chávez en buen nivel, un Mouche que les sacaba jugo a los costados en ataque y un Juan Román Riquelme con pinceladas de su mejor juego. A los 20’, Román disparó por lo bajo y eludiendo la barrera una pelota parada que se coló a la derecha de Navarro, lo que motivó airadas protestas de los locales, que habían entendido erróneamente que el tiro libre era indirecto.
Después, muy esporádicamente el desdibujado equipo de Pedro Troglio lograba hacer pie a las espaldas de Leandro Somoza a través de Ciro Rius y tuvo una chance muy clara cuando Nicolás Berardo clavó un tiro en el palo. Pero en la siguiente acción, Palermo metió un remate suyo en el travesaño.
En la segunda mitad, ya con Riquelme afuera con una carga en el aductor derecho (por el humor del 10 en el banco no parecía preocupado). Y así como el ingreso de Walter Erviti aportó poco, el de Gustavo Oberman le dio más vuelo al local, que sin embargo se quedaba corto de ideas. Cachete amenazó con un tiro alto y después Emilio Hernández hizo lo propio. La única llegada de Boca, que apostó por controlar el mediocampo, fue un tiro de Mouche que ahogó Navarro.
Así, con un ímpetu decreciente que le fue suficiente para alzarse victorioso con justicia, el Xeneize puede ya concentrarse en bajar a River. El Bicho, en cambio, desperdició una chance de prenderse en la lucha, da cuenta TyC Sports.