Los equipos distribuyeron rápidamente los roles en el amanecer del duelo e intentaron poner en práctica diferentes estrategias. Por un lado, el Sabalero procuró monopolizar la pelota, lastimar con la velocidad de Damián Díaz y abrir la cancha con los carrileros Quilez y Quiroga. Por su parte, la Lepra buscó sacarle provecho al recurso del contragolpe, con la explosión de Sperdutti y Formica.
El que mejor hizo las cosas fue el dueño de casa, que levantó vuelo con las ráfagas de Díaz y el interesante aporte del juvenil Curuchet. El visitante resistió los embates del local gracias a la solidez de su arquero Guzmán, el reemplazante de Peratta. Precisamente, el guardameta les ahogó los festejos a Larrivey (en dos ocasiones) y al mismo Curuchet. Y antes del entretiempo, Díaz tuvo otra chance clara pero remató por arriba del travesaño.
Newell’s ajustó clavijas y tuvo una actitud más ofensiva en el comienzo del segundo tiempo. Como consecuencia, Pozo debió comenzar a trabajar .Primero, le tapó un remate a Sperdutti. Luego, desactivó un disparo de Formica. Y más tarde, el arquero mundialista reaccionó ante un intento de Dolci. Era el momento ideal de la visita, pero el tren pasó y los dirigidos por Sensini no se subieron.
Luego de ese cuarto gobernado por el visitante, Colón reaccionó y volvió a visitar con frecuencia el área rosarina. Gamboa buscó aire fresco con Lessmann y Acosta, y acertó. Después de varias chances despilfarradas, Acosta conectó de cabeza un centro de Quiroga desde la izquierda y abrió el marcador a los 36 minutos.
Si bien estuvo lejos de brillar, al Sabalero le alcanzó con su mayor ambición para merecer la victoria. En cambio, Newell’s dejó en claro que perdió la brújula luego de quedar eliminado de la Copa Sudamericana.
Lo que sí los unirá será la esperanza de cara a un nuevo año, donde los dos deberán redefinir sus respectivos rumbos para ser protagonistas, señala TyC Sports.