Lo cierto es que la investigación por el siniestro nunca avanzó, a pesar de que las pericias establecieron que el foco ígneo se originó de forma intencional y siempre existieron sospechas de que se realizó para ocultar el robo de bolsones para repartirlo en los días previos a las elecciones.
El fiscal Rafael Cotorruelo lleva adelante una acusación por el delito de hurto calamitoso por la sustracción de alimentos, ropa y medicamentos, entre otros elementos, que estaban almacenados en un depósito del Ministerio de Salud y Acción Social de la provincia. Los efectivos habrían utilizado móviles policiales para trasladar la mercadería sustraída tras el incendio.
La mayoría de los testigos que han desfilado ante el juez Vírgala son policías que estuvieron en el lugar luego de ocurrido el hecho. A lo largo del debate ha quedado flotando una duda respecto de quién daba las órdenes, ya que había quienes respondían a la Comisaría 11ª, que tiene jurisdicción en la zona, otros a la Jefatura Central de Policía y algunos al Comando Radioeléctrico.
En ese supuesto caos se apoyan los abogados defensores, que sostienen que las imputaciones fueron hechas “en forma selectiva”.
Además, los investigadores han tenido que lidiar, en este segundo juicio, con la poca memoria de los testigos, que atribuyen la falta de recuerdos al paso del tiempo.
Segunda parte
El año pasado siete policías habían sido absueltos por el juez correccional Daniel Malatesta. Sin embargo, la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia anuló aquella sentencia y ordenó un nuevo juicio, atendiendo los argumentos del Ministerio Público respecto de que los fundamentos eran contradictorios.
Así se llega al segundo juicio, del que fue apartado el policía Danilo Salzman, que estaba entre los imputados, porque la fiscal que intervino en el primer debate, Cecilia Goyeneche, no formuló acusación en su contra.
El incendio en el amplio galpón del Promin se produjo durante la noche del 20 de noviembre de 2003, tres días antes de las elecciones para elegir al sucesor de Sergio Montiel. Se probó que el fuego comenzó de manera intencional y si bien las causas del siniestro nunca quedaron claras, se presume que tenían por objeto ocultar el robo de bolsones para repartirlo en los días previos a los comicios, publicó El Diario.