Fuentes ejecutivas estiman que la actividad economica caerá hasta un 3 por ciento en el segundo trimestre del año, en relación al mismo período de 2017, a raíz de las secuelas que dejaron entre abril y junio la corrida cambiaria y la sequía.
La proyección, que se conocerá de manera oficial recién el 19 de septiembre, suma otro punto negativo para el Gobierno tras el 3,6 por ciento que registró la inflación del mes pasado y que ayer difundió el Indec. Tras el primer trimestre, que evidenció un incremento del 3,6 por ciento interanual en el PBI, en el segundo tercio del año se notó el impacto que provocó el salto del dólar, desde 20,50 a 28 pesos, y con un pico máximo de 29,80 pesos, sumado a las pérdidas millonarias por la sequía, calculadas entre 6000 millones de pesos y 7500 millones de pesos.
De allí que en el Gobierno reconozcan que, después de siete trimestres consecutivos de crecimiento, el próximo índice será marcadamente negativo, con una caída en torno al 3 por ciento en el nivel de actividad, publicó El Cronista.
El dato va en línea con la disminución en las expectativas de crecimiento para este año, inicialmente previsto en 3,5 por ciento y que hoy se ubicaría, de acuerdo a las previsiones más optimistas, cercano al 1 por ciento. Dos puntos a tener en cuenta tienen que ver con los escenarios que planteó el FMI en relación a la actividad económica. Por un lado, se gráfica una proyección “Base”, que estipula una inflación de 27 por ciento y un crecimiento de 0,4 por ciento. Otro informe refiere a un escenario “adverso”, que prevé una inflación tope del 32 por ciento y un rojo en materia de crecimiento: - 1,3 por ciento.