Además, la jefa de Estado aseguró que cuando los mandatarios “hacen las cosas mal”, la gente “toma su decisión en las urnas” y “debe ser respetada”. En ese sentido, según consignó Infobae, recordó su experiencia de 2009, cuando Néstor Kirchner perdió en Buenos Aires, y señaló que “se aprende más perdiendo y sabiendo perder, que ganando sin saber por qué se ganó”.
Desde el Salón del Bicentenario, la titular de la Casa Rosada destacó la sanción de la primera ley que estableció el voto masculino, obligatorio y secreto, que en 1916 le permitió acceder a la presidencia a Hipólito Yrigoyen.
En esa línea, de acuerdo a la publicado por Página 12, recordó que desde 1853 hasta aquel entonces “los argentinos no votaban: votaban unos pocos, el voto era cantado, fraudulento, y los resultados eran amañados”.
Por otro lado, reivindicó los alzamientos armados de la Unión Cívica de 1890, del 93 y de 1905, “cuando los radicales eran revolucionarios”. Luego, sostuvo que los golpes militares desde 1930 hasta 1976 “siempre contaron con el apoyo de un sector de la sociedad civil", exhortó a defender "el derecho y el deber de elegir” cada cuatro años quién nos gobierna.
Dictamen en Diputados
El proyecto fue avalado en el marco de un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, que preside Diana Conti (FpV-Buenos Aires), y Justicia, comandada por Jorge Yoma (FpV-La Rioja), donde se recibió a jóvenes convocados por los diputados que, en su mayoría, se pronunciaron a favor de la “ampliación de derechos”.
Bajo argumentos similares, la oposición se encolumnó tras la obligatoriedad del voto. A diferencia de la postura en el Senado –donde terminó votando positivamente-, el radicalismo impulsó su propio dictamen alternativo, que permite el voto de los extranjeros nacionalizados también a partir de los 16 años.
Por su parte, el Frente Amplio Progresista (FAP) firmó otro texto en el que, además de insistir en el sufragio obligatorio, propone un cupo joven del 20 por ciento para las listas electorales, hasta los 35 años de edad.
El bloque Pro fue el único que se opuso de plano a la iniciativa del kirchnerismo, mientras que el Frente Peronista aún no definió postura, a pesar de que Gustavo Ferrari (Buenos Aires) esgrimió claros argumentos en contra del “oportunismo” del gobierno con esta reforma electoral.
Entre otras cosas, el proyecto oficial altera el primer artículo del Código Electoral, que tras la reforma dejará establecido que son electores nacionales “los argentinos nativos y por opción desde los 16 años y los argentinos naturalizados desde los 18 años”.