La crisis eléctrica podría tener condimentos propios si en el corto plazo el gobierno y las cooperativas, que atienden a un 30 por ciento del mercado, no alcanzan un acuerdo respecto del severo desfinanciamiento que soporta el sector. Emilio Alcalá, presidente de la Cooperativas Eléctrica de Gualeguaychú, dijo que ya hay cooperativas que están al borde del pedido de quiebra debido al fuerte déficit operativo.
“Estamos trabajando a pérdida, y en algunos casos ni siquiera se ha podido pagar el aumento dispuesto para el personal. Y cada vez se complica más porque la demanda crece, y no tenemos cómo dar respuesta a la demanda. Ya hay un fuerte decaimiento de los trabajos de mantenimiento y también en la ampliación del servicio. Nuestra cooperativa, por ejemplo, sobre una facturación de 1,2 millones de pesos mensuales, tiene un déficit de 132 mil pesos. En las cooperativas rurales, la situación es todavía peor”, señaló Alcalá.
Un mes atrás, las 18 cooperativas eléctricas que actúan en Entre Ríos presentaron al gobierno un pedido formal de salvataje financiero, y entre las alternativas que se manejaron estaban las de redistribuir el Fondo Compensador de Tarifas y, eventualmente, también aplicar un recargo en la factura de modo de paliar el desfinanciamiento que arrastran debido al congelamiento tarifario y al aumento de los costos. Para eso, se conformó una comisión que, sin embargo, no pudo avanzar en ninguna respuesta concreta.
El pedido que hacen las cooperativas se compone de dos aspectos: una ayuda financiera de 4 millones para las cooperativas rurales, que están en una situación más endeble, y una cifra similar para las urbanas. De esa forma, dicen, podrían hacer frente a los desfases que ha soportado la operación del servicio eléctrico en los últimos tres años, caracterizado por un congelamiento y pesificación de las tarifas, un aumento del 70 % en el costo laboral, un incremento de los insumos, que treparon 2,6 veces desde que se desató la crisis, en 2001, y una reducción tarifaria que aplicó el Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE), dos años atrás, del orden del 3,7 % promedio.
“La situación es terminal para muchas cooperativas porque no pueden hacer frente a los gastos de mantenimiento del servicio, y esto es causa directa del problema de congelamiento y disminución de tarifas que se registró en Entre Ríos, hecho que se agravó todavía más con el incremento en los costos. Ante esto, requerimos del Gobierno una respuesta porque es el Estado el que tiene la facultad de manejar un fondo compensador de tarifas que se puede redistribuir entre las cooperativas”, señaló Emilio Calvet, presidente de la mesa provincial de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE).
Calvet puntualizó que la situación “se agrava día a día, sobre todo en las zonas rurales, y no hay material en stock. No tenemos recursos para reponer material. En estas condiciones, obviamente se resiente el servicio a medida que avanza el tiempo y no queremos que esto suceda, pero es verdad que estamos al borde del colapso”.
Aunque en el Gobierno no ven que el problema se resuelva tan rápidamente. En realidad, los funcionarios relacionados con el sector energético admiten que no hay fondos a los cuales recurrir, y por eso esperan que las cooperativas hagan un pedido formal de aumento tarifario, la única vía posible para dar respuesta al desfase financiero. Francisco Taibi, titular del Ente Regulador, admitió que en el Gobierno manejan un informe producido por las propias cooperativas en el que se advierte que el desfase de la tarifa rural respecto a otras provincias de la Región Centro llega ya al 50 por ciento.
Fuente: El Diario