Un informe de la Cámara de Industrias que divulgó el departamento de Integración y Comercio Internacional llegó a la conclusión de que el Mercosur ha tenido un resultado negativo para Uruguay en su comercio con Argentina, ya que el país no logró aumentar la incidencia de sus exportaciones.

En 2010, el peso de las importaciones uruguayas en Argentina apenas llegó al 1,1 por ciento y durante la puesta en marcha del Mercosur nunca superó el 2 por ciento. Por otro lado, el trabajo advirtió que en los primeros siete meses de este año las exportaciones de productos por valores mayores a los 100 mil dólares presentaron variaciones negativas frente al igual período de los años 2006 a 2010.

Las mercaderías afectadas son: alimentos (sopas, jugos de frutas, productos de panadería), vestimenta (abrigos, trajes, sacos, faldas de algodón, pantalones de vestir, accesorios de cueros, entre otros), plásticos (muebles de plástico, artículos para oficina y escolares), papel (papel y cartón en bobinas), químicos, vehículos y autopartes, minerales no metálicos y metalúrgicos.

Asimismo, las exportaciones de productos orientales que integran el régimen de licencias no automáticas que aplica Argentina en el período enero-julio de 2011 superaron los 100 millones de dólares, el 32 por ciento de las colocaciones uruguayas durante ese lapso.

En los primeros ocho meses de este año, Uruguay concretó ventas por 383 millones de dólares hacia Argentina, lo que representó un crecimiento de 19,6 por ciento frente al año anterior en que las ventas hacia este destino totalizaron 320 millones de dólares.

Esto implicó que en lo que va del año, Argentina explique el 7,1 por ciento de las ventas de Uruguay y el cuarto destino tras Brasil, Nueva Palmira y China.

Trabas comerciales

Lejos de culminar, las trabas comerciales que sufren empresas uruguayas para colocar su producción en los grandes socios del Mercosur han persistido. Atrás quedaron las exportaciones a Argentina de bicicletas de la emblemática ‘Motociclo’.

La lista continúa: ‘Metzen & Sena’ (cerámicas), ‘Serisur’ (neumáticos recauchutados), ‘Laja’ (plásticos), ‘Rother’ (vestimenta), ‘Monte Cudine’ (sopas), son algunas de las firmas que se vieron obligadas a dejar de exportar dentro del Mercosur. En muchos casos debieron redireccionar sus negocios, achicar la producción y, por ende, reducir sus plantillas.

Por esto, los empresarios son escépticos en que en un escenario de crisis los socios del bloque cambien su política proteccionista. Es más, en el caso de la vestimenta, el presidente de la gremial advierte que el negocio puede cerrarse definitivamente para todas las empresas del sector.

Por su parte, el secretario de la Cámara de Industrias y ex presidente de la Cámara de la Alimentación, Nelson Penino, dijo que pese a las gestiones que han realizado las autoridades del gobierno y la apuesta al diálogo para resolver las trabas comerciales que está aplicando Argentina para el rubro alimentos, “no hubo ninguna solución de fondo”.

Agregó que otros sectores lograron soluciones “parciales, a medias” como textiles y vestimenta, porque tienen licencias de importación.

En el rubro alimentación, el principal impedimento para concretar negocios desde hace más de un año es que los importadores argentinos tienen prácticamente cerradas las compras de este rubro. Esto llevó a que empresas como ‘Monte Cudine’, que exportaba condimentos y sopas, dejara de entrar a este mercado.

También ‘El Trigal’ tuvo dificultades para la exportación de galletitas. “Hay muchas empresas que ya perdieron sus clientes y no han logrado exportar más”, afirmó Penino. Dijo que dado el actual contexto de agudización de la crisis internacional todo hace pensar que será “cada vez más difícil acceder al mercado argentino porque hay una fuerte intención a sustituir sus importaciones”.

En la misma línea, el titular de la Cámara de la Vestimenta, Elbio Fuscaldo, recordó que en su momento, las amenazas del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, eran la principal traba para los exportadores locales. “Sin embargo hoy, con el 1 a 1 (por cada dólar importado debe exportarse el equivalente), las exportaciones de la vestimenta uruguaya van camino a la desaparición”, advirtió en declaraciones al diario uruguayo El País. Fuscaldo explicó que “los importadores argentinos no tienen cómo exportar productos para compensar las compras del exterior”.

Rubro indumentaria

La industria de la vestimenta es uno de los sectores más dependientes del comercio regional. La agudización de las licencias no automáticas que comenzó a instrumentar Argentina desde 2009 sumado a problemas estructurales de competitividad, llevaron a que varias empresas debieran dejar este mercado, reconvertirse, reducir su producción y trabajadores.

La firma Carlos Rother y Companía fue una las empresas que se vio obligada a dejar las exportaciones de prendas de vestir hacia Argentina, tras 40 años de comercio ininterrumpido. Pablo Rother, director de la firma, comentó que las demoras en la expedición de las licencias no automáticas fueron el disparador para que la empresa poco a poco fuera perdiendo clientes por la “incertidumbre” que esto generaba en el mercado, hasta que finalmente se abandonaron las exportaciones en 2010.

Hoy, el giro comercial de la empresa cambió sustancialmente, a tal punto que la unidad principal de esta firma está focalizada en el mercado interno y una parte insignificante de las prendas se colocan afuera.

Neumáticos

La empresa local de neumáticos recauchutados, Serisur, tuvo un largo periplo con los principales socios comerciales del Mercosur (Argentina y Brasil) hasta que finalmente terminó sin ambos mercados, pese a que los fallos de los tribunales del bloque le habían dado la razón.

La firma se fundó en 1996 con el objetivo “primordial” de abastecer a los socios grandes del bloque comercial, comentó una fuente de la empresa.

Apenas cuatros años después de estar en marcha surgió la primera traba comercial: en 2000 Brasil estableció una prohibición para el ingreso de neumáticos recauchutados. Uruguay ingresa en una controversia y obtiene por unanimidad un fallo favorable que recién se publica en el año 2002. Pero el presidente brasileño de ese entonces, Fernando Henrique Cardoso, dispuso poner una multa de 400 reales por cada neumático que ingresase a Brasil a pesar del fallo del Tribunal de Controversias del Mercosur.

En paralelo, mientras se desarrollaban los diferendos con las autoridades brasileñas, Argentina dispuso la prohibición del ingreso de los productos que exportaba Serisur para proteger su industria en 2002.

Como la firma había obtenido nuevamente el ingreso de su producción en Brasil desistió de hacer un reclamo formal ante el Mercosur. Sin embargo, en 2004 hace una denuncia ante el tribunal del bloque y en 2005 la firma obtiene un fallo favorable para reactivar sus exportaciones a la vecina orilla.

Argentina no cumplió con el fallo durante un año y por eso Uruguay impuso una medida compensatoria poniendo un arancel a los neumáticos argentinos que ingresan en el país, que se mantiene hasta hoy.

En 2007 Serisur exportaba 27.000 neumáticos mensuales a Brasil y empleaba a 45 personas. Pero luego de un tiempo de normalidad, las autoridades brasileñas comenzaron a amenazar a Uruguay con prohibir las importaciones de este producto porque la Unión Europea estaba reclamando ante la Organización Mundial de Comercio que lo dejara exportar neumáticos recauchutados al mercado brasileño.

Por ese motivo, Brasil comenzó a restringir desde 2007 el ingreso de la producción de Serisur hasta que finalmente no ingresó ningún neumático más en 2009. La empresa estuvo un año parada y con su personal en el seguro de paro. De todos modos, retomó su actividad el año pasado pero con una producción que apenas alcanza el 10 por ciento de su pico de 2007 con 2.000 neumáticos recauchutados mensuales y 14 trabajadores.

Pero las trabas no quedaron en Serisur. También surgieron con el agua Salus y ahora llegan a la industria automotriz. EFFA paró esta semana su planta y el lunes 400 trabajadores van al seguro de paro. Todo por las trabas comerciales que impuso Brasil.

Atrás quedó Motociclo y su fábrica de bicicletas. La firma se reconvirtió tras no poder ingresar a Argentina pese a tener fallos favorables en el Mercosur.