Desbordada en su capacidad, la ciudad debió derivar gente a Libertador San Martín, Crespo y Valle María. Hoteles, cabañas, campings, escuelas y casas particulares, albergaron a más de 20.000 personas, según indicaron desde la Subsecretaría de Turismo de la Municipalidad.
Las 80 hectáreas arboladas del Complejo Turístico Valle de La Ensenada, ubicado al norte del casco urbano, entre las barrancas, el río Paraná y el arroyo homónimo, dieron refugio a 400 campistas y unos 6.000 veranenantes, entre el viernes y el domingo. Los turistas registrados provenían de Rosario, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Neuquén, San Luis, y de distintos puntos de la provincia.
Otras 100 carpas fueron levantadas en el prolijo camping del Círculo Náutico, un club privado que cuenta con la mejor playa sobre la costa del río y un amplio sombreado predio, con buenos servicios de parrillas, baños, luz eléctrica y cantina.
De acuerdo a datos suministrados por el sector privado al munipicio, las plazas hoteleras estuvieron cubiertas en un 100 por ciento. “Estamos trabajando muy bien, con La totalidad de nuestras plazas ocupadas por turistas que llegaron de Uruguay, Rosario, Buenos Aires, y el sur del país”, indicaron los propietarios de un hotel céntrico diamantino a El Diario.
Del mismo modo, los hospedajes y residenciales trabajaron a pleno. “Vino gente de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos”, reconoció el encargado de la hostería más antigua de la ciudad.
El Albergue Municipal para Personas en Emergencias, erigido contiguo al predio Martín Fierro, sirvió para artesanos y jinetes encontraran un lugar donde pernoctar, lo mismo algunas escuelas que se prepararon para la ocasión, siguiendo una costumbre que se remonta a los orígenes del festival, cuando Diamante contaba con muy poco hoteles.
En esta oportunidad fueron cuatro los establecimientos educativos que cobijaron a estos visitantes.