La joven, por su parte, fue asistida en los primeros momentos por un equipo de profesionales de la Dirección General de Asistencia a la Víctima del Delito de la provincia, luego volvió a su casa y se le asignó una protección, tal como había solicitado el fiscal federal de Victoria, José Ignacio Candioti.
Es que tanto la víctima como sus victimarios son oriundos de Gualeguaychú, de ahí la decisión de extremar las medidas de seguridad. Inclusive, el fiscal pidió también extender el acompañamiento psicológico a la joven, tal como prescribe el protocolo de actuación ante casos de trata de personas.
El hecho
Ambos hombres fueron detenidos a las 3.30 de la madrugada del lunes 5 de diciembre cuando viajaban a bordo de una camioneta Peugeot Partner e intentaron salir de la provincia por el puente Victoria-Rosario. Con ellos viajaba una joven de 16 años. Según dijeron, eran amigos íntimos de su madre, pero cuando los efectivos de Gendarmería llamaron a la mujer, ésta dijo que no los conocía y radicó la denuncia por la desaparición de su hija en la comisaría del barrio, en la localidad del sur entrerriano.
Tanto Manzanares como Campoamor declararon en sede judicial que se dirigían a Córdoba, pero los investigadores no se animan a dar por cierto este dato y continúan las pesquisas para tratar de determinar si formaban parte de una red de trata de personas.
En tanto, el juez Zonis, al fundamentar el auto de procesamiento, tuvo en cuenta el horario en que se produjo el operativo; el hecho de que la menor viajaba con un documento apócrifo, sin autorización de sus padres, que ni siquiera estaban al tanto del viaje, ni llevaba dinero encima; y que los hombres tampoco la pasaron a buscar por su casa sino que la esperaron en las inmediaciones, tal como ella misma manifestara.
El magistrado procesó a Manzanares y Campoamor por trata de personas y, según el tipo penal que les imputó podrían recibir penas de entre 4 y 10 años de prisión, que inclusive podrían agravarse si se comprobara que la joven fue engañada o que se aprovecharon de una situación de vulnerabilidad, tal como consignaron los profesionales de la oficina de asistencia a la víctima.
Fuente: El Diario