Los proyectos incluyen la creación de nuevos juzgados, la posibilidad de que la mayoría de los juicios orales los haga un solo magistrado y no un tribunal y la formación de un equipo de diez jueces especializados en el crimen organizado.

Además, se prevé modificar la ley de Ministerio Público para acortar a un plazo de cuatro años el mandato del procurador general, que actualmente ejerce Alejandra Gils Carbó, enfrentada con el gobierno. Garavano pretende aplicárselo a la funcionaria.

En materia económica, el gobierno propondrá una reducción del IVA a los productos básicos de la canasta familiar y, en lo que refiere a la cuestión institucional, impulsará una reforma política -basado en la instrumentación de la boleta única electrónica- y una ley de acceso a la información.

Asimismo, el gobierno buscará validar en el recinto de ambas cámaras los decretos de necesidad y urgencia (DNU) que emitió el presidente Mauricio Macri desde que asumió la presidencia, entre ellos el que deroga la devolución del 15 por ciento de los fondos coparticipables a las provincias, que actualmente retiene la Anses.

Otro tema pendiente a definir en la Cámara de Diputados es la integración del colegio de auditores de la Auditoría General de la Nación; le corresponde a esta cámara elegir tres representantes y, según fuentes legislativas, dos de ellos corresponderán al interbloque Cambiemos -aunque podrían ceder uno de esos lugares al Frente Renovador- y el restante, al Frente para la Victoria.

Mientras el gobierno ajusta su agenda, los distintos bloques definirán esta semana las presidencias de las 45 comisiones de la Cámara de Diputados. Al interbloque oficialista Cambiemos, que preside el radical Mario Negri, le corresponderán 17 presidencias, entre ellas la de Relaciones Exteriores, que será encabezada por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

El bloque de la Unión Cívica Radical encabezará ocho comisiones, entre las que se destacan Legislación Penal, Justicia y Seguridad Interior. En tanto, las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto, Finanzas y Legislación General serán controladas por el macrismo, que, al igual que el radicalismo, presidirá ocho comisiones.

Las restantes presidencias se repartirán entre el Frente para la Victoria (FPV); el interbloque UNA, que preside Sergio Massa, y el Bloque Justicialista. Las negociaciones finalizarán esta semana, supo La Nación.

En el Senado, el FPV intentará mantener el dominio en las 26 comisiones de trabajo. Además de quedarse con las mayorías en todas ellas, reclama las presidencias de dos que resultan claves: Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales. Pero Cambiemos también pretende las presidencias de esas dos comisiones, y agrega la de Relaciones Exteriores.

Cambiemos apela a la tradición histórica para quedarse con las presidencias a las que aspira, que siempre quedaron bajo control del partido de gobierno. Reclama un gesto del peronismo en ese sentido.

El tenso clima que se vive en la Cámara alta por el reparto de las comisiones se hace más espeso por la creciente desconfianza entre Cambiemos y el peronismo. En Pro consideran "poco confiable" al bloque peronista, mientras que el justicialismo lanza reproches contra el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por no haber cumplido los compromisos que asumió con los gobernadores en las reuniones que mantuvo con ellos. Ese punto complica la estrategia de los sectores dialoguistas del FPV.