Según comentó en un diálogo que mantuvo con radio Mitre, “a través de Cáritas notamos que empieza a haber una mayor demanda de alimentos”, pero al mismo tiempo celebró que “la designación del papa Francisco ha introducido un clima de convivencia, de cordialidad y disponibilidad al diálogo”.
“Está faltando un espíritu mayor de diálogo, me parece que después de la designación del papa Francisco está faltando un clima más permeable al diálogo”, dijo Lozano.
El religioso, que aprovechó para recordar que los datos del Indec “hace rato que están cuestionados”, comentó: “Es cierto que hay un 6 por ciento de pobres que viven con menos de 1.500 pesos, pero también hay un 10 o 12 por ciento que vive con 1.700 o 1.900 pesos, que no los hace salir de la línea de la pobreza”.
Lozano está considerado uno de los obispos más cercanos al papa Francisco, hasta tal punto que había sido mencionado como uno de sus posibles sucesores.
Lozano dijo que preocupa a la Iglesia “lo que llaman los núcleos duros de pobreza, o bolsones de pobreza, a los cuales es muy difícil llegar” por su ubicación apartada o incrustados en grandes ciudades.
Explicó que confluyen “razones culturales, gente que no sabe leer ni escribir” y las trabas de quienes no tienen “orientación para conseguir ayuda o preparación”.
“Respecto a la pobreza yo percibo que hay un estancamiento en la situación social, del riesgo de pérdida de fuentes de trabajo” en el contexto de la crisis internacional, dijo. Y subrayó que “hay pedidos de ayuda alimentaria que vamos teniendo que reforzar en muchos lugares del país” desde la Iglesia.